Durante los meses cálidos, el insecto transmisor de la enfermedad es uno de los más temidos, por lo que tomar medidas será clave para reducir el riesgo de contagio.
Aedes aegypti, transmite el dengue y la fiebre chikungunya. Foto: NA.
Si bien aún no comenzaron los días cálidos y húmedos, no se deben perder de vista los cuidados para evitar que el mosquito reproductor del dengue se reproduzca en las casas, lo que ayudará a reducir el riesgo un nuevo brote de esta enfermedad.
De hecho, varios reportes realizados por profesionales, los meses de julio, agosto y septiembre conforman una etapa del año fundamental para prevenir la propagación del mosquito y evitar que se generen ejemplares de Aedes aegypti adultos, los cuales se convertirán en el vector de la transmisión de la enfermedad.
Estos estudios destacan que durante el año existe cuatro fases de la reproducción del dengue, las cuales se deben tener en cuenta para extremar los cuidados y prevenir la enfermedad.
Dengue es una de las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. Foto: Reuters.
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Las etapas de reproducción del mosquito
De acuerdo con los expertos, estas son las cuatro etapas que se deben tener en cuenta para evitar la propagación del mosquito:
- Primera etapa: los meses entre julio y septiembre son claves para prevenir la reproducción, ya que se registran huevos que podrían eclosionar. En esta etapa no hay larvas ni adultos, por lo que es el momento ideal para eliminarlos.
- Segunda etapa: esta ocurre entre los meses de octubre y noviembre. Durante este periodo aparecen los ejemplares adultos, pero generalmente no se detectan casos de la transmisión de la enfermedad del dengue.
Evitar la reproducción del mosquito ayuda a reducir el riesgo de contagios. Foto: EFE.
- Tercera etapa: el último periodo va de diciembre hasta febrero y suele ser el más complicado, ya que comienza la presencia del mosquito vector y la transmisión local del virus. Esto provoca que los contagios aumenten de manera considerable.
- Cuarta etapa: el último periodo tiene lugar entre marzo y junio. Durante estos meses se registra el pico máximo de contagios, aparece el mayor brote de la enfermedad y las guardias comienzan a colapsar por la cantidad de pacientes que se acercan a atenderse.
La prevención de la reproducción del dengue debe comenzar en julio. Foto: EFE.
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¿Cómo prevenir el dengue?
El mosquito Aedes aegypti es el trasmisor del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla, la cual es fácilmente reconocible, gracias a su tonalidad oscura y manchas blancas en las patas y el lomo. Cabe recordar que los huevos del mosquito pueden sobrevivir a las bajas temperaturas, por lo que se deben extremar los cuidados, con estas recomendaciones:
- Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos, etc.) dentro y fuera de la vivienda y/o lugar de trabajo.
- Realizar agujeros en los recipientes no utilizables antes de ser descartados, como también romperlos o compactarlos. Colocarlos en bolsas cerradas para su retiro seguro por el recolector de residuos.
- Dar vuelta, tapar o resguardar los objetos útiles que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua de lluvia o riego (baldes, palanganas, tambores, juguetes, etc.).
- Cepillar, limpiar y cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia. Cepillar o frotar las paredes internas del recipiente es fundamental para desprender los huevos de mosquitos que están adheridos allí.
- Evitar tener plantas en agua. Reemplazar el agua de las macetas o contenedores de plantas, por arena, tierra u otro sustrato adecuado. Caso contrario, cambiar el agua frecuentemente (cada 2/3 días aproximadamente, revisando que no queden larvas en las raíces) y cepillar las paredes internas de los floreros.
- Rellenar los porta-macetas con arena a fin de absorber el excedente de agua al regar.
- Mantener los patios y jardines desmalezados.
- Destapar canaletas y desagües de lluvia.
- Verter agua hirviendo en las paredes internas de las rejillas y colocarles tela mosquitera.
- Mantener tapados los tanques y grandes recipientes (aljibes, cisternas, etc.) que se usan para recolectar y almacenar agua.
- Mantener limpias y cloradas las piletas de natación. Mantenerlas cubiertas cuando no se utilicen.