Los acreedores están preocupados sobre la falta de avance en la solución del problema más urgente que castiga al endeudado país. Buscan evitar su noveno incumplimiento de la deuda soberana.
Por Canal26
Martes 4 de Febrero de 2020 - 11:55
Deuda Argentina en dólares.
Tras asumir, Alberto Fernández, los acreedores privados de Argentina están cada vez más preocupados por el lento avance en la solución del problema más urgente que tiene ese país fuertemente endeudado: evitar su noveno incumplimiento de la deuda soberana.
Esta frustración se ve reflejada en el alza de los rendimientos de los bonos y en la mayor brecha entre los tipos de cambio oficial y paralelo. Ante la posibilidad de que se produzca un default de la deuda provincial en los próximos días y con los pagos de la deuda a los acreedores internacionales que vencen este año, Fernández salió de gira en busca de apoyo.
Cuando asumió Fernández, el país ya estaba en un estado de virtual default. Su predecesor de Mauricio Macri había prometido una amplia reforma económica y endeudado fuertemente al país para facilitarla transición hacia una economía más pro mercado. Pero el apoyo a las reformas de Macri se evaporó durante una crisis cambiaria en 2018. Eso derivó en un rescate histórico de u$s 57.000 millones por parte del FMI. Con los pagos de deuda que se deben a los acreedores internacionales este año, Fernández se ve presionado a presentar un plan para evitar el incumplimiento.
Ayer era la fecha límite para que los acreedores de la provincia de Buenos Aires acepten la postergación de los pagos de esa deuda provincial. Pero el gobierno de Axel Kicillof mejoró ayer su oferta. A pocas horas de que se venza un nuevo deadline, ahora está dispuesto a abonar el 30% del vencimiento del bono Buenos Aires 2021 y postergar el resto. También se extendió hasta hoy el tiempo que tienen los bonistas para responder. En caso de no alcanzar un acuerdo o concretar el pago para el 5 de febrero, la provincia caerá en default.
El gobierno quiere que los acreedores digan qué quita están dispuestos a asumir, pero los tenedores de bonos quieren ver primero un plan macroeconómico creíble. "Es como dos trenes en rumbo de colisión. Veremos quién parpadea primero. Lo bueno es que nadie quiere un choque", dijo Martín Redrado, ex presidente del Banco Central argentino.
Por primera vez los funcionarios del FMI se reunieron formalmente con el ministro de Economía Martín Guzmán en Nueva York la semana pasada. A pesar de los comentarios positivos que hicieron en público ambas partes, no hubo avances sustanciales. Eso podría cambiar cuando mañana Guzmán se reúna con la nueva directora general del FMI, Kristalina Georgieva en el Vaticano gracias a los intentos del Papa Francisco de facilitar una salida de la crisis. Una misión del Fondo también debe llegar a Buenos Aires el 12 de febrero. Pero, como Argentina no tiene vencimientos con el FMI hasta 2021, los funcionarios del Fondo señalaron que podrían mantenerse al margen de la cuestión este año. Los grandes acreedores privados están interesados en que el FMI se involucre para asegurar un buen acuerdo de reestructuración.
Ambas partes preferirían evitar una cesación de pagos. Fernández se enfrenta a las elecciones legislativas el año que viene y una recuperación económica aumentaría sus posibilidades de obtener buenos resultados. Un impago podría destruir sus chances. "Llevaría la inación a las nubes, y cualquier conanza residual en Argentina se iría porla ventana", dijo un observador veterano. "El gobierno quiere evitar una situación de default confrontativa, pero está titubeando demasiado y haciendo que todo el proceso sea más difícil y arriesgado", agregó.
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