Coimas en la importación de GNL: el Estado perdió hasta U$S 2.200 millones

Tras muchos años de estancamiento, la Argentina aún debe encontrar el camino que permita desarrollar un sistema económico capaz de incentivar la competitividad y el crecimiento. Ese sistema también debe incrementar y sostener los salarios y no caer en devaluaciones que no hacen otra cosa más que afectar de lleno el poder de compra.

Fueron varias las maneras que se buscaron en los últimos años para llegar a buen puerto con esas premisas y esos objetivos ciertamente ambiciosos, a través del incentivo a sectores de servicios sustentados en conocimiento, soberanía, sustentabilidad energética, innovación en la tecnología y sobre todo, generación de empleos de calidad.

Pero en el camino, surgió el caso de los "cuadernos de corrupción K" aportados por el ex chofer de funcionarios kirchneristas, Centeno, dejando claro que todos los estamentos de la economía argentina se vieron atravesados por su sistema de corrupción y pago de coimas millonarias durante, al menos los años 2005 y 2015.

Todo llevó a un impacto altamente negativo que derivó incluso en la pérdida de hasta U$S 2.200 millones en perjuicio del Estado Nacional. Para poder crecer como por ejemplo en el caso de Australia con una tasa por cabeza de entre 2% y 3%, Argentina debe duplicar su crecimiento, exportar tres veces más y también incrementar sobre manera su productividad, pero otra faceta afectada por los casos de corrupción y sobreprecios -en este caso en la importación de Gas Natural licuado (GNL)- no sólo es económico, sino fundamentalmente en el sector energético. De hecho Argentina tiene que reforzar sus aspiraciones de crecimiento asegurando la sustentabilidad eficiente de sus recursos que limiten los efectos devastadores de la pésima política energética de los Gobiernos kirchneristas.

La importación de GNL está a cargo de Enarsa, cosa que sumó unos U$S 14 mil millones entre 2008 y 2015 que afectó al balance de divisas y a la vez un desperdicio de recursos. Los precios promedio de la importación de GNL fue de 14 dólares por millón de BTU. Lo notable es que si se hubiera importado gas desde Bolivia, por ejemplo, el costo hubiera sido de al menos la mitad si se tienen en cuenta licitaciones de 2016.

Claro que esa importación con sobreprecios, estuvo directamente ligada a casos de corrupción y pago millonario de coimas, que tuvo su comienzo casi 4 años antes de la aparición de los "cuadernos K", tal como se pudo conocer por una denuncia presentada ante el juez Claudio Bonadio.

Una reciente investigación periodística reveló que ex directivos de Enarsa habrían pagado coimas y sobornos de entre el 1,5% y el 15% del valor real de las importaciones de GNL.

Si se aplica un porcentaje razonable de un 7,5% promedio y el máximo declarado, los montos derivados de ese sistema corrupto habrían sido de entre U$S 1.096 millones y U$S 2.192 millones.

Todo colaboró para una sustancial pérdida económica del Estado, pero también en un perjuicio peligroso que atentó contra la sustentabilidad, el crecimiento y la provisión de gas en la Argentina.