Galíndez, la mano derecha de "Dios": anécdotas, emoción y una vida de película al lado de Maradona

Galíndez y Maradona. Foto: @IosuMardones10

Diego Armando Maradona fue un jugador destinado al éxito, dejando una huella en el fútbol y en el corazón de muchos con un carisma único y una forma de ser particular. "El Diez" protagonizó miles de de episodios que se transformaron en anécdotas que siguen vigentes a través de los años.

Miguel Di Lorenzo, conocido popularmente como "Galíndez", fue el masajista y utilero de la Selección Argentina durante el Mundial del 86 y uno de los grandes compañeros de aventura del Diego. En una charla a corazón abierto con Canal 26 rememoró aquel capítulo en su vida que sigue más vigente que nunca: "La historia mía se basó en estar al lado de él", expresó conmovido.

Galíndez fue bautizado con ese nombre por su parecido con el campeón mundial de boxeo argentino, Víctor Emilio. Conoció a Maradona en Argentinos Juniors y allí sus carreras se unieron para no separarse: "En el club conocí a mi hermano", afirmó.

Galíndez y Maradona. Foto: @galindez86ok

"Un día Claudia pasó por el club y me contó que se iba a España. A los 25 días me llamó, yo creí que era El Negro Carrizo haciéndome una joda, pero era Diego", recordó. "Te quiero tener conmigo acá, me dijo Diego. A los tres días ya tenía el pasaporte y todo hecho", añadió.

El amor por el Diez era mucho más grande que todo y en menos de una semana, llegó a Barcelona donde lo esperaba un libro lleno de páginas en blanco por escribir, de la mano de Maradona.

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"Diego me quiso siempre al lado de él"

Juntos forjaron una entrañable amistad. "Diego me quiso siempre al lado de él, desde que me conoció. Me tenía para todos lados", contó al recordar algunas de las anécdotas más divertidas que vivió junto a él.

"En invierno íbamos a una isla, el padre de Diego llevaba toda la mercadería. Él iba a pescar con el papá. Hacíamos una fogata con ajo alrededor para que no se acerquen las víboras y los bichos", señaló el utilero. "Las noches las pasábamos en una carpa los dos y si morimos, morimos juntos decíamos, bien abrazados", contó Galíndez con una sonrisa en la cara.

Galíndez y Maradona. Foto: @galindez86ok

El nombre de Diego Maradona resonaba en todo el mundo a medida que la amistad crecía. "En Nápoles no podíamos salir de la cantidad de gente. Un día Diego quiso ir a una zapatería y las personas se nos tiraban. Tuvieron que cortar el tráfico", dijo.

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La noche que Galíndez obligó a salir a Diego

Ocurrió en la previa de un partido entre el Real Madrid y Barcelona y marcó la historia de ambos. Maradona estaba descansando cuando recibió una llamada en la que le comunican que a Galíndez le estaban pegando. Rápidamente, y con el objetivo de sacar a su compañero del medio del conflicto, sacrificó las valiosas horas de sueño para ir en busca de Miguel. La sorpresa se la llevó cuando llegó al lugar del incidente y descubrió que no existía tal pelea.

Anécdota de Galíndez con Maradona, contada por el Diez.

"Yo siempre lo hacía reír. Siempre inventaba algo para sacarle una sonrisa", agregó Galíndez, lo cual deja en evidencia el amor que tenía "al Diego". Cuando estaban juntos, la diversión y las aventuras no faltaban. "Un día me hizo correr desnudo en Escocia, caía nieve y tuve que correr dos kilómetros. Te podés imaginar lo que yo hacía para que él esté contento", comentó.

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La energía de Maradona se transmitía

"Él siempre estaba contento. Una alegría, un amor, un cariño, un afecto. Nunca se levantaba enojado, transmitía su energía a los demás", expresó recordando las mañanas. 

Diego no dejaba de brillar en ningún momento, su luz iluminaba a todos los que estaban a su alrededor. "No te podía ver con mala cara", contó el utilero y destacó la alegría con la que vivía.

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La muerte y el dolor de Galíndez

La vida de aquel "Barrilete Cósmico" se apagó el el 25 de noviembre de 2020, situación que generó una gran conmoción entre todos los argentinos, el mundo del fútbol y Galíndez. "Lo dejaron morir", afirmó Di Lorenzo ante la situación. "¿cómo lo van a dejar solo?", denunció.

Galíndez y Maradona. Foto: @galindez86ok

"Me pude despedir, estuve con él haciéndole masajes. Estaba ahí en el cajón y yo le decía: ´Maestro, ¿Cómo estás? Cuántas cosas vivimos´. Le acariciaba la cara, le masajeaba los gemelos", expresó Galíndez entre lágrimas.

"Es muy doloroso para todos los argentinos. Se fue el ídolo más grande de todo el mundo. No habrá jamás otro jugador como vos", reflexionó. "Dentro de poco nos vemos Diego. Un beso grande, con todo el corazón. Maestro, gracias", concluyó conmovido.