El yuan baja de 7 por dólar por primera vez desde mayo de 2023 tras anuncio de estímulos

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Shanghái (China), 25 sep (EFE).- El yuan, la divisa nacional china, se revalorizó en la madrugada de este miércoles para bajar por primera vez del umbral psicológico de las 7 unidades por dólar desde mayo de 2023 después de que las autoridades del país asiático anunciasen un paquete de estímulos para reavivar la economía.

Concretamente, el tipo de cambio 'offshore', el negociado en mercados internacionales como Hong Kong, bajó de la mencionada barrera brevemente en varias ocasiones a lo largo de la madrugada local, llegando a cotizar en 6,9951 unidades por cada dólar, su mejor marca en 16 meses.

Tras ello, volvió a situarse por encima de los 7 enteros por dólar: poco antes de las 11:00 hora local (03:00 GMT), cotizaba en unos 7,0122.

Por su parte, el tipo de cambio 'onshore', el negociado en mercados nacionales, no llegó a bajar por debajo de 7 pero a la mencionada hora se situaba en unos 7,0178 yuanes por dólar, la cual es también su mejor marca desde mayo de 2023.

El Banco Popular de China (BPC, banco central) reforzó hoy desde los 7,0510 a los 7,0202 yuanes por dólar el tipo de cambio oficial que fija cada día, clave para la cotización de la tasa 'onshore', que solo puede desviarse en un rango máximo del 2 %, tanto al revalorizarse como al devaluarse. EFE

Tendencia ascendente

Ambas tasas había registrado su peor marca del año a principios de julio, superando la 'onshore' los 7,27 yuanes por dólar y la 'offshore', llegando a casi 7,31.

Desde entonces, el yuan dibuja una tendencia ascendente frente a la divisa estadounidense ante las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) del país norteamericano iniciase un nuevo ciclo de rebajas de tipos de interés.

Y es que las autoridades chinas habían apostado hasta ahora por medidas más limitadas ante el temor a repetir las altas tasas de inflación que lastraron las economías desarrolladas tras la pandemia y también para proteger el debilitado tipo de cambio del renminbi -nombre oficial del yuan-, pero la reciente rebaja de tipos en Estados Unidos ofrece algo más de margen de maniobra a Pekín.

Según Bloomberg, el yuan podría seguir revalorizándose si el dólar se debilita lo suficiente como para hacer que los exportadores chinos prefieran convertir parte de sus cuentas en la divisa estadounidense a la de su país.

Ese medio apunta que, en agosto, los flujos de capital hacia el país experimentaron una mejora, y las compañías locales marcaron ventas netas de divisas extranjeras en los bancos por primera vez en 14 meses.

El yuan "mantendrá su estabilidad"

El gobernador del BPC, Pan Gongsheng, aseguró ayer, durante la rueda de prensa en la que se anunció el plan de estímulo, que la tasa de cambio del yuan mantendrá "su estabilidad básica" en un "nivel razonable de equilibrio".

La institución avanzó ayer también rebajas a los acuerdos de recompra inversa ('repos') a 7 días -importante herramienta de inyección de liquidez al sistema financiero- y a los requisitos de reserva bancaria, medida esta última que liberará unos 140.000 millones de dólares de liquidez en el mercado.

Asimismo, se anunciaron reducciones a los tipos de las hipotecas existentes -ahorrando unos 21.000 millones de dólares a 50 millones de hogares- o mecanismos para apuntalar el mercado de valores cifrados en unos 114.000 millones de dólares.

Según los expertos, el paquete de estímulos supone "un paso en la dirección correcta" aunque será "insuficiente" para reavivar la recuperación económica china a menos que venga acompañado de un mayor gasto público, una cuestión que podría chocar con las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda.

Las medidas se anuncian no solo tras esa bajada de tipos en Estados Unidos sino también después de que los datos económicos de agosto en China fueran peores de lo esperado y de que el presidente chino, Xi Jinping, llamara a elevar los esfuerzos para conseguir el objetivo de crecimiento económico para este año, de en torno a un 5 %.

La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial. EFE

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