Un viaje a la Ciudad Sagrada: cómo es y cómo llegar a este paraíso arqueológico argentino

Visitar estas ruinas es honrar la historia de un pueblo que nunca se rindió, manteniendo viva su memoria.

Por Canal26

Miércoles 13 de Noviembre de 2024 - 21:55

Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob

Argentina, de norte a sur, tiene una amplia gama de variedad turística para todos los gustos. Si bien algunos optan por los paisajes más típicos, otros esperan encontrar nuevas recomendaciones.

Para aquellos que buscan aventuras y lugares "exóticos" el usuario de TikTok, Gui10road, mostró en detalle lo que es la Ciudad Sagrada de Quilmes.

Se trata de uno de los sitios arqueológicos más importantes del país, siendo un lugar místico con siglos de historia y se encuentra ubicado en Tucumán, en el corazón de los valles calchaquíes, a 5 kilómetros de la Ruta Nacional 40.

Viaje a la Ciudad Sagrada. Video: TikTok

Aluminé, turismo. Fuente: Instagram @Turismo_alumine

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Requisitos para ingresar

La entrada cuesta $3.500, teniendo acceso al centro de interpretación y a las ruinas. Primero una guía local brinda una introducción sobre el sitio: estas ruinas pertenecieron a la comunidad Quilmes, una civilización que resistió durante más de 130 años a la colonización española.

Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob

Los muros y terrazas fueron parte de una ciudad donde habitaron miles de personas ubicadas al pie del cerro y alto del rey.

La ciudad sagrada se extiende sobre una superficie de 100 hectáreas, su diseño se adapta perfectamente al paisaje.No es solo una construcción, se trata de una fusión con la naturaleza.

Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob Ciudad Sagrada de Quilmes. Foto: tucumanturismo.gob

Caminar entre estas ruinas es volver al pasado, imaginar la vida cotidiana de los Quilmes. Sus tradiciones, su cultura, todo lo que quedó de ellos resguardado por el tiempo y la montaña.

Se puede recorrer las ruinas sin apuros, subir y bajar de un lado a otro. Contemplar el paisaje y sentir la energía que rodea este lugar.

Visitar estas ruinas es honrar la historia de un pueblo que nunca se rindió, manteniendo viva su memoria.

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