Vecinos de Canning en alerta por robos en barrios privados

Barrios privados de Canning se encuentran en alerta por nuevos hecho de inseguridad. Un vecino del sector Norte fue sorprendido por tres delincuentes que habrían ingresado por un boquete.

Habitantes del lugar expresaron su temor y volvieron a pedir mejoras en el sistema de seguridad para estar tranquilos.

Uno de los pedidos fue la vuelta del patrullaje policial dentro del barrio como en años anteriores, esto permitía una prevención y daba una cuota de seguridad que se ha perdido. Además de patrullar el barrio, la policía también lo hacía por los alrededores lo que podía alertar la llegada de posibles intrusos.

Hoy en día Saint Thomas no cuenta con este servicio, el cual previamente se contrataba como un adicional y ahora dependen de los "porteros" que se encargan de corrobobar quiénes ingresan en el perímetro al chequear entradas y salidas. Pero estos empleados son civiles en relación de dependencia y hay funciones que no pueden realizar como sí los efectivos policiales.

La cobertura policial del country era de 24 horas, con tres turnos de ocho horas, garantizando seguridad. Justamente esta decisión se había tomado tras reiterados hechos de involucraban el ingreso de infiltrados.

DOS ROBOS EN MENOS DE 1 MES

El hecho de inseguridad no es el único que se dio en 2018. Hace un mes, el 17 de agosto, un vecino denunció un robo en su domicilio mientras la casa se encontraba deshabitada. Ante ese hecho, el country había expresado en aquella oportunidad que "se encontraban encarando tanto obras como proyectos de seguridad, los cuales requerían un plazo razonable para su ejecución final".

EL EXTRAÑO ROBO DEL BOQUETE

Existen dudas sobre el último hecho delictivo registrado en el lugar. El equipo policial y encargados del country lograron hallar un boquete en uno de los murales perimetrales que cerca el barrio, pero las alarmas nunca sonaron.

Versiones indican que los delincuentes llevaban ropa y zapatillas limpias, lo que lleva a pensar que sería imposible que pasaran por el boquete ya que deberían haber atravesado el arroyito que separa la calle del muro.

La policía cree que se trató de un plan armado para robar dicha vivienda porque el boquete estaba a 300 metros de ella. El hecho se dio a las 22 aunque la tensión se extendió por la madrugada porque no lograban dar con el paradero de los intrusos.