Policía acusada de abuso a detenidas en comisaría bonaerense: "La ginecóloga" del horror

Comisaría Distrital Noroeste 3º de La Tablada en La Matanza.

Las 15 mujeres que estaban en las celdas de la Distrital Noroeste 3º de La Tablada en La Matanza no tenían relojes, tampoco televisión, ni radio. Esas mujeres, algunas de ellas encerradas por delitos menores, de poco más de 20 años de edad en promedio, madres de hijos muy pequeños, con problemas de drogas, tampoco podían llamar hacia afuera. Incluso cuando les llegaban cartas, estas eran leídas por los policías de la Bonaerense.

El aislamiento al que estaban sometidas era tremendo y brutal. Muchas de estas mujeres debían hacer sus necesidades en una botella de plástico o en una bolsa de supermercado en sus celdas, defecar en baldes. No podían bañarse solas, y un policía (varón) las veía bañarse. Luego debieron empezar a bañarse con baldes. Todos estos hechos tan aberrantes no sucedieron hace décadas, sino que tuvieron lugar allí mismo el mes pasado.

Por algún motivo, se rompió la cadena de silencio: a mediados de este mes, el problema llegó hasta Mario Coriolano, titular de la Defensoría de Casación de la provincia de Buenos Aires, que reúne a los defensores oficiales y hace informes anuales sobre la violencia en comisarías y penales.

Posteriormente el caso llegó a la Comisión Provincial por la Memoria, con potestad por ley de ser el mecanismo local para prevenir torturas. La Comisión hizo una visita sorpresiva al lugar, encontraron condiciones miserables, un olor a cloaca, las mujeres detenidas comentaron que ellas mismas tenían que destapar el inodoro con sus propias manos.

También hicieron una presentación ante el Juzgado de Garantías Nº2 de La Matanza, un hábeas corpus colectivo, y una denuncia penal. Ahora por expresa determinación de la Justicia con un fallo del 22 de enero, la 3º de La Tablada se encuentra clausurada.

El Ministerio de Seguridad la intervino con la Auditoría General de Asuntos Internos, secuestraron documentación y desafectaron a sus efectivos. El ministro Sergio Berni lo informó a las autoridades de la CPM en una reunión reciente.

Se cuenta con tremendos testimonios de las víctimas en la CPM que la Justicia de La Matanza. La resolución firmada por el Juzgado de Garantías Nº2, habla de la situación como un conjunto de “graves violaciones de derechos humanos y son una forma de abuso sexual y tortura colectiva”. Las denuncias giran alrededor de dos hechos en particular. Uno ocurrió el 19 de diciembre, otro el 5 de enero. El primero involucró a una falsa requisa, con una mujer policía con un guante de goma.

En medio del horror de los hechos relatados, también se supo que las deGenidas apodaron a la violenta mujer policía como “La ginecóloga”.

La resolución firmada por el juez Agustín Gossn expresa: “Que en este episodio, los agentes policiales comenzaron a decirle a las mujeres detenidas en la comisaría ese día, alrededor de 12, que vayan ingresando a las celdas con las puertas abiertas en donde la agente policial, con un guante en su mano, les hacía bajar la bombacha, ponerse en cuclillas y les introducía la mano en la vagina y en el ano. La mujer realizó este procedimiento con todas las mujeres detenidas, usando el mismo guante”.

Las celdas del horror.

De acuerdo a los crudos testimonios, 30 hombres policías miraban, llamados “paleros”, se reían mientras algunos las golpeaban. Fueron amenazadas para que no digan nada de lo que allí sucedía.

El 5 de enero, otra vez frente a policías varones, se les quitó la ropa en un baño común.

“Las hicieron poner en cuclillas, en donde debieron permanecer durante más de dos horas”, dice el informe. Y agrega: “Sucias, son un asco, qué olor hay acá”.

A "La ginecóloga” la podrían identificar. La CPM aseguró ante la Justicia que estuvo de guardia el día de la inspección, el 20 de este mes, de estatura mediana, pelo castaño, poco menos de 30 años. No llevaba su identificación en la camisa en el momento de actuar.

Muchas de las detenidas fueron trasladadas al Servicio Penitenciario Bonaerense. Otras están libres. Mario Coriolano, titular de la Defensoría de Casación, sostiene que las víctimas ya empezaron a ser entrevistadas por especialistas del programa de ayuda a víctimas de tortura de la ONU a lo largo del fin de semana pasado.

Coriolano afirma: “Estamos muy preocupados por la efectividad de las medidas de protección. Me preocupan las represalias. Estamos consternados, esto es horripilante”.

Fuentes cercanas a la causa hacen mención a falta de medidas de protección a las mujeres
abusadas y humilladas. Todavía no hay policías detenidos.