El llamativo robo quedó registrado en una de las cámaras de seguridad, las cuales habían sido puestas hace poco producto de hurtos anteriores. "Tuvimos suerte que no se puso violento", agradeció otra empleada.
Por Canal26
Viernes 20 de Octubre de 2023 - 21:20
Un nuevo hecho de inseguridad alertó a la ciudad de Wilde, donde un hombre ingresó a una panadería, fingió ser un cliente que iba a comprar y, luego, terminó robándole a la empleada, a quien le pidió que le de la "plata de la caja".
El llamativo robo quedó registrado en una de las cámaras de seguridad que posee el comercio. Al principio, mientras elige las facturas, el delincuente le comenta que es pastelero y que está buscando trabajo, ya que está desempleado.
Según relató Luz, otra empleada de la panadería, el ladrón pagó las facturas y su compañera llegó a darle vuelto. En ese instante, el hombre le pasó un número para que lo llamen y le dijo: 'Mirá', mostrándole que debajo de su campera tenía un arma.
Luego de ello, sacó una bolsa y le pidió la plata de la caja. "A esa hora ya no tenemos mucha plata en la caja, solo cambio. Se habrá llevado tres mil pesos como mucho", precisó Luz, durante una entrevista con 'El Trece'.
Además, reveló que su compañera llegó a tocar el botón antipánico, que el delincuente se dio cuenta y le pidió que se quedara tranquila porque no le iba a hacer nada. "Tuvimos suerte porque no se puso violento", agradeció Luz.
Por último, la joven reveló que no es la primera vez que le entran a robar a la panadería y que, por este motivo, habían adquirido unas nuevas cámaras de seguridad. "Es muy incómodo. No se trabaja de la misma manera", concluyó.
1
Una mujer le propinó una golpiza a otra en un campo de golf: "Vayan al Conurbano a tomar mate"
2
Robos en autopistas: alerta por dos golpes millonarios a dos automovilistas en un mismo día
3
Violento ataque de un hombre a su pareja: la apuñaló más de 30 veces e intentó suicidarse
4
El drama de Verónica Franco: un hombre con denuncias y antecedentes mató a su sobrino
5
A 22 años del asesinato de José Luis Cabezas: una herida que no cierra