Los dramáticos números que viene dejando el temporal encienden las alarmas en Rio Grande do Sul.
Por Canal26
Domingo 12 de Mayo de 2024 - 08:36
Brasil experimenta una de las lluvias más terribles de las últimas décadas, que ya dejaron al menos 2,1 millones de afectados, según el último reporte de la Defensa Civil. Aunque se calmaron las tormentas por unos días, los temporales vuelven con fuerza.
En este marco, la cantidad de personas que tuvieron que abandonar sus hogares son 600.000, de las cuales unas 81.000 tuvieron que buscar refugio en albergues improvisados por las autoridades. Lo que se redujo fue el número de desaparecidos, que cayó de 141 a 125 tras la verificación de datos con base en los reportes de los ciudadanos afectados.
La situación más dramática ocurre en Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, donde se reportaron al menos 136 muertos y 806 heridos y donde el 90% de los municipios están damnificados. El otro fallecido fue notificado en el vecino estado de Santa Catarina, también golpeado por la catástrofe, pero en menor grado.
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Aunque las lluvias que dieron una breve tregua desde el jueves regresaron el sábado a la región, aunque con una intensidad menor a la prevista por los profesionales. El Valle de Taquarí, en pleno centro del estado, sigue como una de las regiones más afectadas, así como Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, cuyo centro histórico permanece inundado tras el desbordamiento del río Guaíba.
No sucede lo mismo en el extremo más meridional del estado, donde varios barrios de las ciudades de Pelotas y Rio Grande fueron tomados por las aguas luego de que se rebozara la Lagoa dos patos, cuyo nivel está un metro y medio por encima de lo normal.
Pero el caos se vive en todo el estado y hacia el norte de la región, en Bento Gonçalves, donde la situación también es lamentable y viven más de 125.000 habitantes, en su mayoría campesinos y agricultores.
Es el caso de Lairton Pavaretta, un agricultor de 52 años, que tuvo que irse a vivir con su familia y su madre enferma a donde un amigo en el municipio vecino de Tuturí, porque su casa quedó prácticamente destruida e inaccesible por los derrumbes. "Estamos viviendo aquí porque allá no tenemos energía, no tenemos vías para salir, no hay cómo pasar", explicó consternado a la agencia EFE.
La situación en todo el estado de Rio Grande do Sul puede empeorar en las próximas horas, donde además de las fuertes lluvias se esperan fuertes vientos y bajas temperaturas que pueden extenderse hasta el martes. Las alarmas se hacen más fuertes en el municipio de Uruguaiana, en la frontera con Argentina, donde el Río Uruguay puede sobrepasar su nivel en hasta cuatro metros por encima, según las autoridades meteorológicas.
Cientos de vías ha sido destruidas o quedaron obstaculizadas y los damnificados sufren con la falta de servicios públicos; los hospitales están colapsados y sin condiciones adecuadas para atender a los pacientes. La situación dificultó el trabajo de los cerca de 28.000 rescatistas -entre bomberos, fuerzas de seguridad y voluntarios- que se encargan también de distribuir ayuda humanitaria.
Para asistir a las víctimas de las lluvias, este sábado arribó a la ciudad de Rio Grande el mayor navío de guerra de Brasil y de Latinoamérica, con 1.350 militares y cargado con 154 toneladas en donaciones, camiones, vehículos blindados, helicópteros, embarcaciones y dos plantas de tratamiento capaces de producir 20.000 litros de agua potable por hora.
Por el momento, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para ese estado.
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