Expertos afirman que los fuegos que afectan los bosques cordilleranos poseen características distintas a los que se dan en otros tipos de ecosistemas, mientras que la pérdida de masa boscosa tiene consecuencias negativas en el papel ecológico que cumplen.
Por Canal26
Domingo 18 de Febrero de 2024 - 18:10
Según investigadores del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), los incendios que afectan los bosques cordilleranos poseen características distintas a los que se dan en otros tipos de ecosistemas debido al tipo de vegetación que los conforman, mientras que la pérdida de masa boscosa tiene consecuencias negativas en el papel ecológico que cumplen.
A diferencia del hemisferio norte, donde predominan los "bosques con bastante combustibilidad" que se queman y se renuevan cada 30 o 40 años, en la zona cordillerana "por lo general los incendios paran en los bosques altos, en el bosque de Lenga, en el bosque de Coihue", según explicó Juan Gowda, especialista en monitoreo y manejo de bosque nativo.
"Acá que lo mejor que nos podría pasar para no tener fuego sería tener la mayor cantidad de bosques altos, maduros, abiertos y sombríos, donde el fuego no puede escalar las copas", subrayó el investigador en diálogo con Télam.
En tanto, explicó que en la región andino-patagónica "lo que termina frenando por lo general los fuegos es que se les acaba el combustible. Llegan al alto andino o llegan a la lenga, si la lenga no está suficientemente seca, frenan". En ese sentido, afirmó que "la lenga es a la que más fe le tenemos como cortafuegos natural".
Es por esta razón que Gowda mantiene la "esperanza" de que el incendio del brazo Tristeza en el Parque Nacional Nahuel Huapi, que comenzó el 5 de febrero y afectó a casi 630 hectáreas, "posiblemente se apague solo y va a ser un incendio que afecte relativamente poco".
Pero, en cambio, el que azota al Parque Nacional Los Alerces "es un fuego bastante más complejo", debido a que, según el experto, "una vez que ese incendio superó la barrera natural que encerró el cerro La Torta y los bosques altos, y entró en una zona donde hay mucho matorral y pastizal, se volvió un fuego muchísimo más complicado. Es un fuego que por más que le pongamos muchísimo esfuerzo, va a ser muy difícil de que se controle si no ayuda muchísimo el clima".
Te puede interesar:
Maravilla de la naturaleza: avistaron ciervos nativos en la Patagonia y todo quedó registrado
Por su parte, Thomas Kitzberher, biólogo especializado en Ambiente Conservación y Sustentabilidad, explicó que en la zona cordillerana conviven "dos ecosistemas muy diferentes".
"Por un lado tenemos los bosques y por otro los matorrales. Y son como dos antípodas de una historia, porque los bosques en general están compuestos por árboles que no están adaptados al fuego. No tienen la capacidad de rebrotar después del incendio", aclaró.
En cambio, "el matorral es un sistema que le encanta el fuego, porque tiene la capacidad de rebrotar y además es un sistema muy inflamable. Cuando se prende un fuego y llega al matorral, se propaga como yesca, y luego llega al bosque y el bosque está poco adaptado al fuego", sostuvo el investigador del Conicet.
Y agregó: "Los matorrales funcionan como mechas que llevan el fuego hacia los bosques y los bosques no tienen la capacidad evolutiva de recuperarse después de ese incendio. Y entonces, como no se recuperan luego del incendio, se convierten en otros ecosistemas. ¿En qué ecosistema se convierten normalmente después de un incendio? En un matorral".
"Cuanto más incendios tenemos, más cantidad de matorrales tenemos. Cuanto más matorrales tenemos, más fuego tenemos. Cuanto más fuego tenemos, menos bosques tenemos", explicó.
De esta manera, las consecuencias se ven la disminución del "papel ecológico muy importante" que cumplen los bosques locales: "Por ejemplo -graficó- la regulación hídrica, que es la capacidad que tiene un bosque de retener el agua para que no escurra rápidamente hacia las cuencas. La regulación climática, por supuesto: los bosques son grandes reservorios de dióxido de carbono; y la regulación de la erosión en las laderas de las montañas, cuando uno tala un bosque los suelos se pierden", afirmó.
1
Preocupación por el glifosato, el veneno que provoca cada vez más muertes y daños en el mundo
2
Auroras boreales y oscuridad extrema: cuál es la ciudad en la que no saldrá el sol hasta enero 2025
3
Bellezas argentinas: el espectacular destino en el que confluyen un río amarillo y otro negro
4
Cuidar a nuestras mascotas: 4 consejos útiles para que tu gato no sufra del calor en el verano
5
António Guterres destacó que un acuerdo en la COP29 era esencial para frenar el calentamiento global