Una oportunidad para disfrutar en familia y estimular la alfabetización cultural como sustento simbólico al desarrollo socioemocional y cognitivo de las infancias.
Por Lic. Verónica del Castillo
Viernes 29 de Julio de 2022 - 00:29
Arte urbano. Foto: muralesdebuenosaires.com.ar
La alfabetización cultural incluye las experiencias de expresión y comunicación vehiculizadas a través de los diferentes lenguajes artístico-expresivos; lo que contribuyen a la formación de un sujeto capaz de disfrutar de la apreciación y producción de imágenes, palabras, entre otras manifestaciones y producciones culturales. La propuesta es iniciar a las infancias en el tránsito por experiencias estéticas que nutran y conmuevan siendo parte de eventos, conciertos, muestras, poniendo a disposición las diversas producciones culturales. Hablar de Alfabetización Cultural es hacer referencia a los procesos de apropiación de la cultura, del propio patrimonio cultural de los pueblos. El arte como agente alfabetizador es una invitación a explorar, diferir, preguntar, encontrar respuestas, descubrir formas y orden, reestructurar y encontrar nuevas relaciones, estimulando la apreciación y desarrollando la sensibilidad artística.
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Ofrecerles a las infancias experiencias que enriquezcan su mundo simbólico será una de las claves para que puedan desplegarse como sujetos activos. Es aquí donde el rol de los adultos es incidir en la transmisión de aquellos bienes culturales que se consideran significativos para ampliar los límites de la propia experiencia. La inclusión de obras de artistas plásticos y sus diversos lenguajes; para ser apreciadas, reconstruidas y disfrutadas, estimula el desarrollo expresivo y creativo de las infancias. Las investigaciones sobre el tema muestran su incidencia en el desarrollo cognitivo y los efectos en los procesos de aprendizaje, además de favorecer los vínculos y la comunicación intrafamiliar.
Los diversos lenguajes artísticos los estimula a preguntar, analizar, sacar conclusiones, fundamentar sus opiniones y disponer de múltiples miradas. El estar en contacto con las obras de arte les permitirá servirse de ellas para llevar a cabo sus propios proyectos expresivos. Una obra de arte posibilita múltiples lecturas, tiene un lenguaje y códigos que permiten su comprensión, valorar diferencias de opinión, y criterio, despertar el interés y transformarse en observadores sensible. De este modo los niños lograrán construir recursos y ejercitar funciones cognitivas como la atención, la memoria de trabajo, el procesamiento de la información, entre otros, que les permitan observar el mundo, expresar sus sentimientos y opiniones, de una manera más creativa y menos estereotipada, en pos de la flexibilidad cognitiva.
Para disfrutar, el arte urbano en tiempos de coronavirus. Video: Youtube eldoce
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En los últimos años, estas experiencias no suelen estar ligadas a los ofrecimientos que habitualmente se le hacen a los niños en el tiempo libre. La familia como acompañante afectivo, como un otro significativo, y agente de “mediación cultural” tienen un rol fundamental que inciden en las distintas situaciones de enseñanza y aprendizaje dentro y fuera de la escuela
Repensar el lugar de las familias y los escenarios que comparten con las infancias, es tomar conciencia de su rol preponderante como figura de sostén que entabla lazos, que abre caminos intersubjetivos brindando seguridad y confianza en el mundo convocando al descubrimiento, la enseñanza y el aprendizaje. Las familias enseñan y educan ofreciendo su disponibilidad corporal, compartiendo experiencias concretas acompañadas por la palabra. Visitar museos, ir a las plazas y descubrir las esculturas, caminar por la ciudad y detenerse a mirar los murales urbanos; son oportunidades donde adultos y niños ponen en juego sentimientos, vivencias, el propio proceso cognitivo y la posibilidad de reinventar el mundo. Favorecer la apreciación implica hacer referencia a las oportunidades de detenerse, mirar, potenciar en la observación un proceso creativo y crítico de lectura, donde haya lugar para la reconstrucción de las obras a partir del diálogo entre lo percibido y lo reflexionado.
El arte como parte de la historia de la humanidad, como agente alfabetizador y favorecedor del desarrollo de los seres humanos desde el inicio de los tiempos. En palabras de Eduardo Galeano, “Están allí, pintadas en las paredes y en los techos de las cavernas. Estas figuras, bisontes, alces, osos, caballos, águilas, mujeres, hombres, no tienen edad. Han nacido hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira. ¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos, pintar de tan delicada manera? ¿Cómo pudieron, esos brutos que a mano limpia peleaban contra las bestias, crear figuras tan llenas de gracias? ¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que escapan de la roca y se van al aire? ¿Cómo pudieron ellos?”
Lic. Verónica del Castillo
Lic. en Psicopedagogía. Prof. de Ed. Inicial
Diplomada en Psicoanálisis y Prácticas socioeducativas
www.infancias.com.ar
IG @infancias.enjuego