Se cumplen 9 años de la partida del gran músico argentino que dejó un importante legado cultural que fue más allá de Soda Stereo y su banda solista.
La carrera de Gustavo Cerati, más allá de su obra con Soda Stereo, tiene claras muestras de que fue un explorador sonoro. Sus etapas solistas incluyeron distintas búsquedas artísticas que lo llevaron a experimentar con instrumentos y sonidos poco habituales para él, algo que amplió su abanico de posibilidades a la hora de componer. Gracias a esto, Gustavo Adrián Cerati se convirtió en un icono de la música nacional pero también tuvo mucha relevancia en el ámbito internacional.
Su última presentación se dio en Caracas, Venezuela, el 15 de mayo de 2010. Minutos después del show, sufrió un ACV que lo dejó en coma durante cuatro años, hasta fallecer en 2014. Más allá de su triste final, quedaron canciones, discos y proyectos no tan conocidos del cantante que mantuvo la inquietud hasta aquella fatídica noche en el Auditorio de la Universidad Simón Bolívar.
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Un Cerati de apenas 16 años comenzó su búsqueda dentro de la música con Koala, un grupo que formó junto a amigos de su barrio, Villa Urquiza. El grupo se dedicó al estilo afroamericano, aunque no superó la idea de un hobby entre adolescentes, más allá del segundo puesto logrado en un concurso que se desarrolló en Canal 9, con León Gieco como jurado.
La experiencia fue útil para que queden intenciones de seguir probando, como ocurrió con Existencia Terrenal y Vozarrón. La primera, mezclaba rock con rhythm and blues, mientras que con la otra mezclaba jazz, folclore y rock, una muestra de la apertura que podía tener en su búsqueda. Otros dos proyectos que fueron clave en la formación previa a Soda Stereo fueron Savage, enfocado en el soul y la música disco, y Triciclo, un trío con el que grabó la canción “Ay, nena, ¿cómo vas a hacer?” que fue difundida en radios y significó su primer registro en SADAIC.
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La figura de Daniel Melero fue clave en la vida de Gustavo Cerati. El tecladista, compositor y productor trabajó junto a él desde los primeros de Soda Stereo, por lo que mantuvieron una gran conexión en lo laboral. De su pluma aparecieron éxitos “Trátame Suavemente” u “Hombre al Agua”. Con estos antecedentes, en 1992 decidieron unirse formalmente para trabajar en un disco.
Colores Santos es el producto de la unión de Melero y Cerati, con influencias del pop y un sonido a futuro que aún lo mantiene vigente. Además, una de las particularidades es que fue el primer proyecto del cantante por fuera del popular trío que ese mismo año publicó Dynamo, otra señal de la búsqueda de amplitud por parte de Gustavo.
“Vuelta por el Universo” fue el sencillo que tuvo mayor llegada y puede tomarse como la síntesis sonora del encuentro entre ambos músicos. “En muchos temas trabajamos con el concepto de los opuestos conviviendo sin conflicto. Por ejemplo, contraponer sonidos mullidos con guitarras completamente ácidas o ritmos vertiginosos con teclados totalmente estáticos”, mencionaba Melero en un reportaje. Con el golpe de la vanguardia que le brindó la experiencia, el integrante de Soda Stereo reveló que el disco le “abrió la cabeza”.
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El grupo que formó junto a Charly Alberti y Zeta Bossio tuvo su último show en septiembre de 1997. Sin embargo, los últimos años ya mostraba diferencias en las búsquedas artísticas que se trasladaban a cortocircuitos en lo personal. En esta etapa de salida de la banda que lo catapultó a la fama, el músico optó por sumergirse en la electrónica con Plan V.
El proyecto estuvo anclado en Chile, país en el que Gustavo Cerati había decidido formar una familia. Estaba en pareja con la andina Cecilia Amenábar y, en la espera de su hijo mayor Benito, decidió cruzar la cordillera para vivir allí. En ese contexto, se acercó a Guillermo Ugarte, Christian Powditch y Andrés Bucci para formar un grupo experimental de música electrónica.
Juntos entre 1995 y 1998, publicaron dos discos: Hábitat Natural y Plan Black V Dog, junto a la banda inglesa Black Dog. El juego, la exploración y la improvisación parecían ser las motivaciones del grupo que tenía el uso de sintetizadores, samplers y efectos como principal herramienta, algo que ya se asomaba en Colores Santos.
Durante una entrevista, el cantante había dejado en claro la identidad y la búsqueda que había en Plan V. “El grupo existe en la medida que haya proyectos que nos aúnen. No me imagino una gira de Plan V y ni siquiera sé si va haber un show más. La falta de futuro es algo que está concebido desde un primer momento”, comentó.
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Años después del final de Soda Stereo, en plena carrera solista, decidió probar con la realización de la banda sonora de la película +Bien. Entre las particularidades del proyecto aparece que él también fue el protagonista del film dirigido por Eduardo Capilla en 2001. Más allá de que el largometraje pasó sin pena ni gloria, significó un trabajo que no se repitió en su carrera.
El disco, llamado de la misma manera que la película, tuvo 11 canciones y hasta se llevó una nominación a los Grammy Latinos, por Mejor Álbum Instrumental Pop. En la placa trabajaron personas cercanas a Cerati como Leo García, Leandro Fresco y Flavio Etcheto, los últimos dos importantes para la siguiente exploración en la carrera del artista fallecido en 2014.
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Gustavo Cerati, Fresco y Etcheto compartían banda en la gira del álbum Siempre es Hoy. En diversas noches de hotel que debían compartir, nació Roken, un grupo creado a base de improvisaciones. En esa misma sintonía, se desarrollaron sus presentaciones en vivo: dispersas a lo largo de los años, de sorpresa en distintos festivales de electrónica. El trío nunca llegó a grabar un disco, por lo que los registros instrumentales quedaron en la complicidad de aquellos shows. Sin embargo, en la recta final de la gira mencionada, se daban el lujo de jugar con “Vértigo”, tema del grupo.
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