Voto religioso: Bolsonaro y Lula disputan una "guerra santa" que será clave en las elecciones de Brasil

El presidente del país vecino y el ex mandatario

Por Canal26

Jueves 27 de Octubre de 2022 - 15:04

Lula da Silva y Jair Bolsonaro. Foto: REUTERS.Lula da Silva y Jair Bolsonaro. Foto: REUTERS.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y Lula da Silva emprendieron una "guerra santa" en busca del voto religioso de cara a la segunda vuelta del próximo domingo, en la que la fe se ha convertido en un pilar central de la contienda electoral.

Los evangélicos se convirtieron en un grupo fuerte para el líder de la ultraderecha brasileña, quien abrazó bajo su paraguas a los sectores más conservadores de la sociedad con una acérrima defensa de los valores cristianos.

Con la Biblia como escudo y "Brasil encima de todo y Dios encima de todos" como lema, el mandatario brasileño ha peregrinado en los últimos meses por los templos para reafirmar el apoyo concedido por los evangélicos, grupo que representa alrededor del 30 % del electorado.

La mayoría de veces ha estado acompañada por la primera dama, Michelle Bolsonaro, quien se define como una "sierva del Señor" y ha llegado a prometer a los fieles a "Jesucristo en el Gobierno" si su marido es reelegido para un nuevo mandato.

L- Gante y Wanda Nara. Foto: NA.

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Lula busca tomar la bandera de "Dios y la familia"

Consciente de la influencia y poder de los evangélicos dentro y fuera de la política, Lula centró sus esfuerzos en la recta final de la campaña en intentar arrancar al presidente la bandera del "Dios y familia".

Para ello, el ex sindicalista se ha rodeado en las últimas semanas de frailes franciscanos, monjas, curas y pastores evangélicos; ha besado santos; entonado cánticos religiosos; rezado, y recibido bendiciones para ratificarse como un hombre creyente en Dios y deshacerse de la imagen de "comunista" de la que lo acusan de forma peyorativa sus detractores.

Para apaciguar los ánimos entre los evangélicos, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) lanzó la semana pasada una carta dirigida a los evangélicos en la que se comprometió con la libertad de culto y con la familia.

"La familia es sagrada", declaró ante un grupo de evangélicos.

Lula, favorito para las elecciones, fue un paso más allá y reiteró su rechazo personal al aborto, retractándose de unas declaraciones realizadas meses atrás, cuando consideró la interrupción voluntaria del embarazo una "cuestión de salud pública", y que sirvieron de munición para Bolsonaro y sus aliados.

La misiva, sin embargo, fue rechazada en plano por algunos de los más influyentes líderes evangélicos del país, como el polémico pastor Silas Malafaia, quien ha contribuido a propagar desde el púlpito el bulo de que Lula cerrará iglesias si vuelve al poder, un extremo desmentido por el exmandatario.

Y es que la lucha por el voto religioso ha fomentado la difusión de noticias falsas o fuera de contexto en las redes sociales.

Desde grupos bolsonaristas se ha acusado a Lula de firmar pactos con el diablo, mientras que la oposición relacionó a Bolsonaro con la masonería, grupo que los evangélicos y católicos asocian con Satanás, y con el canibalismo. CON INFORMACIÓN DE EFE

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