Una muerte en Reino Unido enciende la alerta sobre la asfixia erótica: los riesgos de esta práctica

Asfixia erótica. Foto: Pexels.

Una muerte en Reino Unido pone la mirada sobre una práctica sexual que resulta más que riesgosa. Días atrás, se conoció la conclusión del caso de Georgia Brooke, una bailarina que falleció tras ser asfixiada por su pareja mientras tenían relaciones.

Según lo que indicaron medios locales, los investigadores decretaron que el deceso se dio en medio de una noche de drogas y sexo durante febrero 2022. El tribunal en cuestión indicó que la joven tenía un interés por "asfixiarse", por lo que se trató de un acto consentido, pero no menos peligroso.

Georgia Brooke, la joven que falleció tras ser asfixiada por su pareja durante el acto sexual. Foto: Redes sociales.

Uno de los forenses que trabajó en el caso indicó que estas prácticas sexuales son "peligrosas e imprudentes", por lo que indicó que este hecho debe enviar un “fuerte mensaje disuasivo a quienes participan en tales prácticas”. 

La conmoción de Luke Cannon, su pareja, fue tal al darse cuenta de que su novia estaba muerta que escapó del hospital en donde se encontraba y fue hallado sin vida en las cercanías. La investigación arrojó que el hombre se suicidó producto de su estado, que era "inconsolable".

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Qué es la asfixia erótica 

La asfixia erótica también es conocida como hipoxifilia o asfixiofilia y consta de brindar o recibir placer a través de la interrupción temporal de la respiración en medio de las relaciones sexuales. Para esto se suele utilizar las manos o elementos externos, lo que representa distintos riesgos para las personas que llevan adelante este método.

Polémica por una práctica sexual que genera grandes riesgos. Foto: Unsplash.

En cuanto a los riesgos, se presentan distintos casos que puede llevar a un desenlace fatal, como ocurrió en Reino Unido. Por ejemplo, la falta de oxígeno aparece como el principal problema que puede generar, ya que la obstrucción de las vías respiratorias decanta en la baja del flujo de oxígeno a distintos órganos vitales.

Además, esta práctica puede llevar a pérdida de conciencia o desmayos por el mismo hecho. En este mismo contexto, la asfixia erótica puede generar una presión excesiva sobre el cuello o la cabeza, por lo que se pueden producir lesiones físicas, como fracturas o daño a los tejidos.

Expertos señalan que también hay un componente psicológico en medio de esta práctica, ya que aseguran que puede haber sentimientos posteriores como la vergüenza, culpa o angustia.