La ONU informó que el número de refugiados que necesitarán ser reasentados aumentará un 20% en 2024

Refugiados. Foto: Reuters.

Un informe realizado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) destacó que el número de refugiados que precisarán ser reubicados en 2024 aumentará un 20% respecto al 2023, llegando así a las 2,4 millones de personas.

El escrito divulgado este lunes afirmó que la crisis de refugiados es cada vez más aguda, advirtió de nuevas situaciones de desplazamiento y pidió que la comunidad internacional "actúe frente a las carencias y desafíos que enfrentan todas las personas desarraigadas del mundo".

"El aumento en el número de personas que precisan reasentamiento es consistente con las crecientes carencias de protección y la falta de otras soluciones duraderas para las personas más necesitadas entre los 20 millones de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y apátridas que viven en la región", subraya el informe, el cual destacó que de las 116.000 solicitudes presentadas ante la ACNUR en 2022, sólo 58.457 refugiados pudieron establecerse en nuevas comunidades.

Refugiados. Foto: Reuters.

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Los grupos más numerosos

Los datos del informe muestran a Asia como la región más complicada para el próximo año, con unos 730.000 refugiados requiriendo apoyo para reasentarse, lo que significa el 30% del número global.

Por otro lado, de los grupos nacionales con necesidad de reasentamiento, el estudio identificó en primer lugar a los sirios y en segundo a los afganos, seguidos por los refugiados de Sudán del Sur, Myanmar y la República Democrática del Congo.

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Situación sin precedentes en América en consecuencia del Tapón del Darién

El informe destacó también que se registraron movimientos de población sin precedentes en complejidad y escala en América, asegurando que a fines de 2022 los países del continente albergaban a más de 20 millones de refugiados.

Inmigrantes en Panamá. Foto: EFE.

En tanto, ACNUR proyecta un incremento del desplazamiento forzado en el continente, donde se acentúa el impacto combinado del deterioro de los contextos de seguridad, el malestar social, la fragilidad de las instituciones, el impacto adverso del cambio climático y las desigualdades profundamente arraigadas.

En 2022, un número récord de personas se trasladaron hacia el norte a través de América Central, exponiéndose a rutas peligrosas. En ese contexto, unas 250.000 personas ingresaron a Panamá de manera irregular por el Tapón del Darién. Así, los venezolanos representaron el 61% de las personas que cruzaron esa selva, seguidos por los nacionales de Haití, Ecuador y Cuba.

Por su parte, de enero a mayo de 2023 se observó el mayor número de llegadas a través del Tapón de Darién, con cerca de 160.000 personas.