Francia: el policía que mató al adolescente denunció que recibió amenazas de muerte

Manifestaciones e incidentes en Francia. Foto: Reuters.

El policía que disparó contra el adolescente Nahel M. y le produjo la muerte semana pasada en la ciudad de Nanterre, Francia, denunció este viernes ser objeto de amenazas de muerte, según la información proporcionada por los medios de comunicación internacionales.

El agente de seguridad, quien actualmente se encuentra detenido y enfrenta cargos de homicidio voluntario, decidió presentar una denuncia formal ante los tribunales debido a las amenazas que recibe, según reveló su abogado, Laurent-Franck Liénard, y acorde a lo informado por el diario francés Le Figaro y la agencia de noticias Europa Press.

El pasado 27 de junio, el policía disparó a quemarropa a Nahel, un joven de 17 años, durante un control de tráfico en Nanterre, un suburbio de París. Este incidente desencadenó fuertes disturbios nocturnos que se han ido disipando en los últimos días.

Incidentes en Francia. Foto: Reuters.

Inicialmente, la versión oficial de la Policía indicaba que, supuestamente, el adolescente había intentado embestir a los agentes con su vehículo. Sin embargo, un video difundido mostró claramente que el policía le disparó a quemarropa mientras el joven arrancaba su automóvil durante el control de tráfico.

La Fiscalía, por su parte, estimó que la situación no presentaba las circunstancias necesarias para que el policía abriera fuego, por lo que la Justicia ordenó la detención preventiva del oficial de 38 años bajo la carátula de homicidio voluntario. Según su abogado, el policía hizo llegar su disculpa a la familia de Nahel.

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Las consecuencias de la muerte de Nahel

La muerte del adolescente, cuya familia tiene raíces en Argelia, intensificó el debate sobre la violencia policial en Francia. En circunstancias similares, 13 personas perdieron la vida en el país en 2022, lo que generó críticas hacia las fuerzas de seguridad, ampliamente percibidas por una gran parte de la población como "racistas".

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La indignación tras este incidente se hizo visible en varias noches de violencia, con incendios de automóviles, saqueos de tiendas y ataques a edificios públicos como escuelas, ayuntamientos y comisarías, además de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

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El miércoles pasado, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó que más de 2.508 edificios, incluidos 105 ayuntamientos, fueron quemados o dañados. Aunque el Ministerio del Interior registró más de 3.600 detenciones desde el inicio de la crisis, el número ha disminuido en los últimos días.

El presidente francés, Emmanuel Macron, estableció una estrecha colaboración con los alcaldes de las localidades afectadas, y busca impulsar una ley de urgencia próximamente para agilizar los esfuerzos en las reconstrucciones. Sobre las manifestaciones, opinó: "La primera respuesta es mantener el orden y la calma, promover la concordia y luego abordar las causas subyacentes de los disturbios".