La de este año fue la edición N° 77, en donde participaron más de 22.000 personas. El evento coincide con las fiestas patronales del pueblo.
Por Canal26
Miércoles 28 de Agosto de 2024 - 11:52
La fiesta que se celebra en el municipio valenciano de Buñol, conocida como La Tomatina, se celebró este miércoles 28 de agosto, dentro de la semana de fiestas de este distrito.
Consistente en que los participantes se arrojan tomates los unos a los otros en las calles y en la plaza principal del pueblo, La Tomatina suele dejar imágenes muy graciosas y llamativas de esta atípica tradición, que coincide con las fiestas patronales de Buñol.
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Alrededor de las 10 de la mañana comienza el primer evento de La Tomatina, conocido como el “palo jabón”. Este consiste en subir a un poste engrasado para alcanzar un jamón colgado en la parte superior.
Una vez que alguien logra soltar el jamón, se da la señal para el inicio de la batalla de tomates, que suele comenzar alrededor de las 11 de la mañana, cuando suena la carcasa o traca y empieza el evento principal.
A partir de allí, seis camiones se encargan de distribuir casi 150 toneladas de tomates entre los asistentes, cuyo aforo máximo es de 22.000 personas desde 2013.
Los vehículos avanzan lentamente entre la multitud congregada en el recorrido (calles San Luis, Cid y Plaza del Pueblo), mientras un grupo de vecinos, subidos a los volquetes de los camiones, se encarga de repartir los tomates lanzándolos a la gente.
Uno de los momentos más destacados de la fiesta ocurre cuando las cajas de los camiones se levantan, volcando una gran cantidad de tomates y jugo sobre las calles, a los que la gente se lanza para disfrutar y recoger munición.
Tras exactamente una hora, la batalla concluye con el disparo de la segunda carcasa que marca el final. Toda la plaza queda teñida de rojo y se forman ríos de jugo de tomate.
Las brigadas de limpieza de la localidad, junto con los vecinos, se encargan de limpiar las calles. Los participantes suelen aprovechar el agua de las mangueras para quitarse el tomate pegado al cuerpo y darse un primer aseo. Algunos se dirigen al charco de “los peñones” para lavarse.
Luego de esta primera limpieza, las calles adoquinadas del pueblo quedan impecables gracias a la acidez del tomate, que desinfecta y limpia a fondo todas las superficies.
Un dato a tener en cuenta es que los tomates proceden de Chilches, Castellón, los cuales se cultivan específicamente para este evento, ya que su sabor no es el adecuado para el consumo. Antes de ser lanzados, los tomates se deben aplastar para que no lastimen a nadie al ser lanzados.
En su edición número 77, que superó las expectativas con más de 22.000 asistentes y participantes de variadas nacionalidades, el resultado de La Tomatina dejó a miles de personas exhaustas por la adrenalina soltada y calles convertidas en ríos rojos.
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