Escándalo diplomático: Canadá culpó a la India de asesinar a un activista de la comunidad sij

Modi y Trudeau. Foto: Reuters.

Canadá e India fueron protagonistas de un importante escándalo diplomático. El gobierno canadiense culpó al indio de ser responsable político del asesinato en su territorio de un líder separatista de la comunidad originaria sij oriundo de la India, que forma parte del 2% de la población del país norteamericano. India calificó estas acusaciones de haber matado a Hardeep Singh Nijjar  de absurdas y motivadas. Por este motivo, India y Canadá decidieron expulsar a los representantes diplomáticos de ambos países.

Las relaciones entre ambas naciones se deterioraron a partir de la gira del primer ministro canadiense, Justin Trudeau en la India junto a su familia durante 2018. Esa visita en el mes de febrero fracasó y tensaron los vínculos entre los países cuando Narendra Modi, el Ministerio de Asuntos Exteriores indio le recriminó a Trudeau que el alto comisionado canadiense invitó a una cena en Nueva Delhi a Jaspal Atwal, un extremista indo-canadiense condenado por sus lazos con un grupo insurgente sij.

Activista de sij asesinado. Foto: Reuters.

Dos años más tarde, el primer ministro canadiense criticó a la India por cómo gestionaba de las protestas campesinas que duraron casi un año buscando una reforma agraria. En ese momento, Canadá e calificó de "preocupante" la situación y defendió "los derechos de los manifestantes pacíficos". 

Te puede interesar:

Alerta por el aire en Nueva Dehli: el Supremo de la India extendió el plan de emergencia

Las tensas relaciones entre la India y Canadá

El país asiático exigió a Canadá que pare de interferir en sus asuntos internos, argumentando que los comentarios de Trudeau eran "mal informados" e "injustificados". En julio de ese mismo año, la India dijo que el país norteamericano perimitió que un "terrorista sij" de origen indio, el reciente asesinado Hardeep Singh Nijjar, promoviera actividades contra la India en suelo canadiense.

El gobierno indio argumentó que Nijjar lideraba el grupo separatista Khalistan Tiger Force, que buscaba la creación del estado independiente de Khalistán para la minoría sij, en el estado norteño de Punjab. Este movimiento separatista pasó a la militancia armada en la década de los 80. Nijar fue asesinado cuando dos personas enmascaradas entraron al estacionamiento de un templo sij en Surrey, localidad de Canadá. 

Modi y Trudeau. Foto: Reuters.

Luego, la India criticó a Canadá por una carroza que apareció en un desfile que interpretaba el asesinato de la primera ministra india, Indira Gandhi, a manos de sus guardaespaldas en 1984. Nueva Delhi dijo que el carruaje glorificaba la violencia de los separatistas sij. Poco después del asesinato de Nijjar, grupos sijs organizaron en Canadá un referendo sobre el respaldo a la formación de Khalistán. Nuevamente, las autoridades indias le plantearon a Ottawa que estaba dando vía libre a separatistas anti-India.

Trudeau decidió pausar su misión económica a la India que tenía pactada para hacer un tratado de libre comercio.

Sin embargo, uno de los momentos más tensos de los vínculos entre India y Canadá, fue cuando Trudeau celebró uno de estos referendos mientras estaba en la India por la cumbre del G20 el pasado 9 y 10 de septiembre.  En ese viaje, el primer ministro canadiense no fue a la cena de bienvenida ni tampoco tuvo conversaciones bilaterales con Modi, se mantuvo frío frente a Trudeau hasta que hablaron brevemente al cierre de la cumbre.

Después de esta visita, la India mostró su preocupación por la inacción de Canadá frente a los manifestantes pro-khalistan, y Trudeau decidió defender ante los medios que su gobierno siempre estará del lado de "la libertad de expresión, la libertad de conciencia y la protesta pacífica". Lamentablemente un problema técnico en el avión hizo que el primer ministro canadiense se quede dos días varado en Nueva Delhi. En este marco, Trudeau decidió pausar su misión económica a la India que tenía pactada para hacer un tratado de libre comercio.