Un 9 de septiembre de 1947, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la ley 13.010 que le permitió a las mujeres argentinas acudir a las urnas para emitir su voto.
Era un caluroso verano porteño en el año 1912 cuando el Congreso de la Nación Argentina adoptó una medida que, aunque era considerada revolucionaria por algunos, excluía a las mujeres de un derecho fundamental. El 10 de febrero de ese año, se sancionó el voto secreto y obligatorio, pero solo los hombres mayores de 18 años, alfabetizados, nacidos en Argentina y residentes de las entonces 14 provincias podían ejercer este derecho.
Esta resolución pronto desató una ola de indignación entre las mujeres argentinas. En una sociedad empapada de misoginia y machismo, se la estaba apartando del derecho al acceso a la esfera política y a la toma de decisiones en su país.
Tal era el enojo con las autoridades y el deseo de cambiar las cosas que, reunidas diariamente en los despachos de los diputados y senadores, con el paso de los años comenzaron a acercar una catarata de telegramas con un extenso número de remitentes. Mediante esta acción pedían, nada más y nada menos, la aprobación de la ley del voto femenino que les permitiera ser parte, en las urnas, de los debates políticos y coyunturales propios del territorio argentino.
Este pedido desencadenó un debate público en el que tanto mujeres como hombres defendían sus posturas, ya fuera a favor o en contra. Las voces más influyentes, como las de las actrices famosas de la época, llevaron la discusión a la televisión y al cine. Los carteles que inundaban las calles proclamaban un mensaje claro y rotundo: "La mujer puede y debe votar".
"La Mujer puede y debe votar", 1951. Docudrama de Noticiario Panamericano. Fuente: Archivo General de la Nación Argentina. Encontrá más vídeos
En medio de esta lucha, la emblemática primera dama, Eva Duarte de Perón, respondió al llamado, dirigiéndose a "todas las mujeres de su patria". Este gesto desencadenó una tensa confrontación entre peronistas y antiperonistas, quienes intentaron empañar años de esfuerzo colectivo. Sin embargo, las voces que clamaban "Una, dos, tres, que se apruebe de una vez" serían las artífices de un acontecimiento histórico para el país.
Julieta Lanteri, Alicia Moreau de Justo, Elvira Rawson, Florentina Gómez Miranda, entre otras sufragistas, lideraron la lucha por los derechos de las mujeres, continuando la senda de cambios iniciados en Occidente. En Estados Unidos, las mujeres habían comenzado a votar en 1920; en Uruguay, en 1927; y en España, en 1933.
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Finalmente, el 9 de septiembre de 1947, bajo el gobierno de Juan Domingo Perón y como un reconocimiento a la incansable lucha de las mujeres argentinas, la ley del voto femenino fue aprobada por la Cámara de Diputados de la Nación. Pocos días después, el 23 de septiembre, la "Ley 13.010" fue promulgada en un emocionante acto en la Plaza de Mayo, donde la protagonista indiscutible fue Eva Perón, a quien el gobierno entregó simbólicamente la letra de la Ley.
En ese histórico evento, Evita, la líder de masas que empatizó con sus compatriotas mujeres, declaró: "Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos una larga historia de lucha, tropiezos y esperanzas. ¡Por eso hay en ella crispaciones de indignación, sombras de ocasos amenazadores, pero también, alegre despertar de auroras triunfales!".
En su autobiografía, "La razón de mi vida", Evita expresó su compromiso desde el inicio de la lucha: "¿Qué podía hacer yo, humilde mujer del pueblo, allí donde otras mujeres más preparadas que yo, habían fracasado rotundamente? [...] Lo primero que tuve que hacer en el movimiento femenino de mi Patria, fue resolver el viejo problema de los derechos políticos de la mujer”.
Finalmente, el 11 de noviembre de 1951, se celebraron las elecciones presidenciales en las que Juan Domingo Perón resultó electo para comenzar el camino de su segunda presidencia. Ese día, miles de mujeres ejercieron su derecho al voto por primera vez, con un 90 % del padrón femenino participando en las elecciones. Además, el 64% del padrón de mujeres votó por la fórmula Perón-Quijano.
El camino hacia el voto femenino en Argentina fue una lucha valiente y persistente que demostró que la unidad y la determinación pueden cambiar la historia. Las mujeres argentinas, lideradas por figuras audaces como Julieta Lanteri y Eva Perón, no solo conquistaron el derecho al voto, sino que también sentaron un precedente en la lucha por la igualdad de género a nivel mundial.
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