Paula Morales cumplió una promesa que hizo cuando Víctor Hugo estaba internado por coronavirus

Paula y Víctor Hugo

A fines de marzo, Víctor Hugo Morales dio positivo en Covid-19 y pasó casi dos meses internado por una neumonía bilateral. Su estado era grave; pasó varios días en terapia intensiva y medio de la incertidumbre que genera el virus, su hija Paula hizo distintas promesas que a varios meses del mal momento del locutor empezó a cumplir.

"Este año, cuando mi papá estuvo internado en terapia intensiva hice unas cuantas promesas a cumplir si él salía del Covid-19", explicó la actriz en su cuenta de Instagram junto a una serie de imágenes en la que se ve un tatuaje que se hizo en el brazo. "Voy cumpliéndolas de a poco; este tatuaje (que tiene su historia y algún día les contaré) era una de ellas", agregó y contó que fue el primer diseño que se animó a lucir en su piel.

A principios de mayo, cuando terminó su internación en la clínica ALCLA, Morales reconoció que no fue consciente de la gravedad de su cuadro. "No supe que estaba tan grave, lo sabía mi familia y allegados muy directos, pero en el momento no me dijeron. Cuando los médicos dijeron la palabra intubar tomé conciencia de que la cosa era más complicada de lo que pensaba", relató.

 

 

 

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Y veinte días más tarde, dio detalles de su dramática experiencia con la enfermedad. "Estoy bien de ánimo, en manos de personas que me están ayudando para recuperarme, confiado de que lo voy a poder hacer. Pero también resignado que a mí me tocó una de las cosas verdaderamente muy negativas de este tiempo que la saqué barata, porque estoy vivo y te lo estoy pudiendo contar", manifestó en una entrevista radial.

Además, precisó cuáles fueron sus secuelas a los 73 años: "En mi cuerpo yo siento que el Covid-19 es absolutamente devastador. Yo creo que nunca en mi vida me voy a recuperar de los efectos del Covid-19. Es decir, lo que el Covid-19 instaló en mí lo puedo más o menos manejar, equilibrar un poco, tener una mejoría por acá. Pero aparece otra cosa por allá. Todos los días tenés una novedad negativa: cuando no aparecés con un ojo en compota rojo que no podés entender por qué, aparecés con un dolorcito de la próstata. Todo se ha debilitado".