El país europeo que "prohibió" la inflación

Alexander Lukashenko, el presidente de Bielorrusia. Foto: Reuters.

Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, decidió prohibir la suba de los precios al consumidor en medida a la desmesurada inflación que sufrió la economía, según comunicaron los medios estatales del país europeo.

"A partir de hoy, queda prohibida cualquier subida de precios. ¡Prohibido!", citó la agencia estatal de noticias Belta, en una reunión de ministros del Gobierno. "Empieza hoy, no a partir de mañana, sino a partir de hoy, para que los precios no puedan inflarse en el transcurso del día", expresó por su parte, Lukashenko.

El mandatario bielorruso que está en el cargo desde 1994, es reconocido por sus excentricidades y sus sugerencias radicales, como la de beber un trago de vodka diario para protegerse del coronavirus, en abierta oposición a la ciencia.

En la reunión que mantuvo con los funcionarios, Lukashenko afirmó que los precios al consumo son "escandalosos" tras el aumento de un 18% interanual. "La carne, los productos lácteos, las aves de corral... son cada vez más caros. En Minsk hubo escasez de huevos en los últimos días", manifestó el presidente.

Y señaló respecto a la nueva medida impulsada sobre los incrementos: "La tarea es volver a una tasa de inflación del 7 u 8 por ciento para el próximo año".

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El vínculo de Lukashenko con Putin

Alexander Lukashenko junto a Vladimir Putin. Foto: EFE.

Bielorrusia tiene fronteras con Ucrania y es un firme aliado de la Rusia de Vladimir Putin. Justamente, permitió que su territorio fuera utilizado por las tropas de Moscú para lanzar una campaña militar contra Kiev a fines de febrero, una acción que generó una ola de sanciones occidentales por ayudar a los militares rusos en Ucrania y, también, una feroz represión postelectoral en 2020.

Hace poco, Lukashenko había publicado un video en cual aparecía, de manera irónica, cortando madera para ayudar a Europa a no "morirse de frío" en este invierno.

Esta broma de mal gusto ocurre cuando los países europeos, confrontados a una explosión de los precios del gas y de la electricidad a causa del conflicto en Ucrania, temen de escasez y le piden a sus habitantes sobriedad energética.