La crisis del básquet argentino: el nuevo capítulo del caos que parece no tener fin

Tras la no clasificación al Mundial, ahora el problema es institucional. La IGPJ nacional consideró irregular la expulsión de la Federación de Santa Fe.

Por Canal26

Miércoles 26 de Abril de 2023 - 17:27

Selección argentina de Básquet.Selección argentina de Básquet.

La noche del 26 de febrero, en Mar del Plata, cuando la República Dominicana del Che García remontó una desventaja de 17 puntos y le ganó a la Selección argentina, dejándola sin Mundial por primera vez desde 1982 fue el empujón hacia muchos problemas que, a veces, los resultados venían tapando y que hasta incluyen una crisis institucional.

Esto se confirma con la profunda judicialización de una disputa dentro de la Federación de Buenos Aires y la expulsión de la Federación de Santa Fe de la entidad madre del básquet nacional que cerró su capítulo ante la decisión de la IGPJ nacional.

Un verdadero papelón, teniendo en cuenta que son dos de las cuatro federaciones más importantes del país, algo que viene pasando inadvertido para el público general y que, en el ambiente del básquet, se habla poco, pese a la gravedad.

“Hay un montón de cosas que se vienen haciendo muy mal por parte de la Confederación Argentina, lo que ha generado una crisis grave que abarca muchos ámbitos”, analiza Roberto Monti, el presidente de la Federación de Santa Fe, que en abril del 2021 fue expulsada por la CAB, “sin derecho a la defensa, único caso en los 94 años de vida de la entidad”, aclara. Monti y su gente lo intentaron todo, desde lo administrativo, lo legal y lo político, y ayer tuvieron su premio cuando el organismo que controla las asociaciones civiles en el país le dio la razón respondiendo a su denuncia: a través de la Resolución IGJ N° 00000325, el Inspector General de Justicia resolvió, en el artículo 1, que la sanción es “ineficaz e irregular” y ordenó su inmediata reincorporación como afiliada. También bajó los mismos términos declaró la asamblea general llamada para este viernes, en la CAB, con el fin de ratificar (o no) la expulsión de la federación. Un enorme revés para la CAB.

“Estamos muy contentos por el fallo, arroja claridad a un tema contra el que veníamos luchando hace dos años. Este nuevo llamado a asamblea tenía irregularidades, por el tipo de convocatoria (debería ser extraordinaria y es ordinaria) y porque no se cumplieron los plazos estatutarios. Lo mismo que nuestra injusta expulsión. La CAB aprovechó errores del Consejo Directivo anterior a mi gestión para lograr nuestro veto, sin importarle los 97 años de vida de nuestra Federación. Se trató de un tema claramente político, que forma parte de una forma de actuar que dice defender la institucionalidad pero que realmente solo aplica legalidad en quienes están políticamente en su contra. Así lo vemos en Buenos Aires, una federación que dirige Miguel Chami, su vice 1° en la CAB, que recibió denuncias de varias asociaciones y perdió en todas las instancias legales, incluso en la Corte Suprema de la Provincia, pero sin embargo su federación nunca fue expulsada. Tampoco la de Córdoba, pese a que Mario Ontivero fue destituido como presidente. ¿Será porque es el vice 2° de la CAB que preside Fabián Borro?”, se descarga Monti.

Medalla de oro de la Generación Dorada en Atenas 2004.

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El inicio del conflicto

Hace dos años, la CAB había tomado denuncias de la Asociación Rosarina, su aliada política, la última sobre irregularidades en el llamado a asamblea para las nuevas elecciones federativas, y así decidió el nombramiento de un interventor electoral, con facultades ejecutorias, ordenatorias y dirimentes, potestad que no existía en el estatuto vigente de la CAB, comenta Monti. La FBPSF rechazó al interventor por improcedente, pero de buena voluntad aceptó un veedor. La Inspección General de la provincia avaló la conducta de la federación, rechazando las impugnaciones, y confirmó las elecciones. Ante ese revés, la CAB duplicó la apuesta y, dos días antes de llevarse a cabo, expulsó a Santa Fe, “por las irregularidades de los últimos cuatro años y por no aceptar un interventor electoral”, como consignó parte del comunicado oficial de la entidad madre. El comicio, avalado por la IGPJ, se hizo igual. Monti ganó 19-0 en votos.

Roberto Monti, presidente de la Federación de Básquet de Santa Fe.

“Igualmente lo llamé al presidente Borro para darle una solución. Le dije que podíamos renunciar y llamar nuevamente a elecciones, como había pedido, pero sin un interventor puesto por él. No aceptó. Tampoco contestó los escritos, en octubre y diciembre del año pasado, pidiendo nuestra reincorporación. Tampoco pudimos avanzar con el diálogo. Hablamos con Sergio Gatti, secretario de CAB, y luego con Horacio Muratore, presidente Honorario de FIBA, sin recibir respuesta más que ‘hablá con Borro’. Realmente no había motivos para mantener esta expulsión, más que diferencias políticas y un evidente encono personal. Tenemos todo en regla. En los últimos dos años recibimos la constancia de Personería Jurídica -sin observaciones- de la IGPJ provincial y en febrero denunciamos el caso a la IGPJ nacional. Ahora al fin llega la luz a este camino en el que estuvimos solos durante dos años”, explica Monti.

El directivo asegura que estar fuera de CAB les venía ocasionando perjuicios en lo deportivo, económico e institucional, a todos los protagonistas, más allá de que la federación, internamente, goza de muy buena salud y sigue organizando los torneos sin problemas, con sus 350 clubes, incluyendo la Copa Santa Fe con 1200 partidos anuales, exceptuando a los clubes de pagar inscripciones y aranceles de árbitros .

“Por suerte venimos muy bien en lo deportivo y económico, pero nunca es lindo estar fuera de la entidad madre. Y además que pase esto por primera vez en la historia es el reflejo de lo mal que está el básquet argentino. Es un papelón, sobre todo ver que no había voluntad de arreglar nada”, agrega.

Otro problema, dice, es el nuevo sistema de transferencia. “Antes los clubes tenían un capital deportivo para luego desarrollar un proyecto. Hoy te llevan a los pibes sin dejarte nada, salvo que les hagas contrato por cinco años. Cinco años en este país, otro despropósito. También está el tema de las categorías, de las edades. Pusieron la U13, sólo podés competir con 13 porque antes está Mini y Premini. Es complejo completar los equipos. Debería ser U14 y así tenés dos años para formar planteles. Es lo que hacemos nosotros. Pero no por capricho. Lo dice el Manual CAB que hizo Silvio Santander. Pero ni el manual de ellos respetan..”, dice. También se pregunta qué pasó con el Plan Altura. “Hay que salir a buscar desde la CAB, porque los clubes hacen lo que pueden. Tenemos carencia de altura y hasta el vóley ha captado más que nosotros. Carencias que se notan cuando salen las selecciones juveniles a jugar afuera”, aseguró.

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