Por Canal26
Miércoles 27 de Noviembre de 2024 - 04:44
Beirut, 27 nov (EFE).- La tregua de 60 días entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel que entró en vigor este miércoles llega tras más de un año de un conflicto que creció de forma exponencial en los últimos dos meses, con una devastadora ofensiva de bombardeos israelíes que se extendieron por todo el país, incluido el corazón de Beirut, además de una incursión terrestre.
Esta guerra ha sido la más destructiva en décadas, mucho más que la de 2006 que ya enfrentó a Israel y al grupo chií libanés, y ha dejado una nueva cicatriz en el país mediterráneo con miles de muertos, más de un millón de desplazados internos, pueblos reducidos a escombros, infraestructuras destruidas y efectos desastrosos en la ya maltrecha economía libanesa que se extenderán en el tiempo.
Estos son los principales daños que el conflicto ha dejado en el Líbano:
Los ataques del Ejército de Israel acabaron con la vida de 3.823 personas y han causado al menos 15.859 heridos desde el inicio del fuego cruzado el 8 de octubre de 2023, según el último informe diario del Ministerio de Salud Pública libanés.
Entre las cifras destaca el ensañamiento de Israel contra el sector sanitario: 222 profesionales de la salud asesinados y 330 heridos en 251 ataques contra vehículos médicos, 94 bombardeos contra ambulatorios y 40 contra hospitales.
Hasta mediados del pasado mes de septiembre, la cifra de muertos era de 664 y la de heridos se situaba en 2.365, de acuerdo con los datos del Centro de Operaciones de Emergencias del citado ministerio.
El número de víctimas escaló a partir del 23 de septiembre, cuando Israel comenzó una campaña masiva de bombardeos contra el sur del Líbano que extendió posteriormente a otras regiones del país, como la zona nororiental de Baalbek-Hermel; los surburbios del Dahye, al sur de Beirut, o el propio corazón capitalino.
La violencia ha obligado a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, según cifras del Gobierno libanés, que calcula que más de la mitad de estas personas han cruzado la frontera hacia Siria.
Israel lanzó un mínimo de 13.076 ataques contra el Líbano desde el inicio del conflicto con Hizbulá, de acuerdo con el último informe semanal disponible de la Presidencia del Consejo de Ministros libanés publicado el pasado viernes, y que no incluye los ataques de los últimos días, entre los más intensos de todo el conflicto.
Tan solo durante la semana del 15 al 22 de noviembre, el Ejército israelí lanzó 909 ataques.
El sur del país ha sido la región más castigada, con 3.835 ataques en la gobernación de Sour, seguida de Bint Jubeil, con 3.174, y Marjayún, con 3.170.
Nabatiye, también en el sur, acumula en este año de guerra 1.073 ataques; Hasbaya, 788; seguida de Baalbek (este) con 586 y Sidón, 377; mientras que Beirut ciudad acumulaba 8 ataques el día de publicación del informe, a los que hay que sumar los que siguen hasta esta jornada.
Los puentes y pasos fronterizos entre el Líbano y Siria han sido particularmente dañados.
Según el reporte libanés, Israel empleó tanto bombas convencionales como munición de fósforo blanco y bombas de racimo, prohibidas internacionalmente, además de haber empleado artillería, morteros y hasta excavadoras para destruir viviendas.
La guerra también ha tenido efectos en la economía libanesa. A mediados de noviembre, el Banco Mundial estimó en 8.500 millones de dólares el costo de los daños físicos y las pérdidas económicas debido al conflicto en el Líbano entre Israel y Hizbulá.
La evaluación provisional de daños y pérdidas del Líbano del Banco Mundial concluye que los daños a las estructuras físicas por sí solos ascienden a 3.400 millones de dólares y que las pérdidas económicas han alcanzado los 5.100 millones de dólares.
En términos de crecimiento económico, el Banco Mundial considera que el conflicto ha reducido el crecimiento del PIB real del Líbano en al menos un 6,6 % en 2024, una situación que se suma a los cinco años de contracción económica sostenida y aguda que ya afrontaba el país y que ha superado el 34 % del PIB real.
En una entrevista con EFE en Beirut el pasado jueves, el ministro libanés de Economía, Amin Salam, alertó de que su país registra ya una tasa de desempleo cercana al 50 % y predijo más caídas del PIB a causa de la guerra, escenario por el que están "renegociando" alternativas a un estancado acuerdo de rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Salam ya alertó de que el mayor desafío va a ser la economía de posguerra y su gestión inmediata para mejorar la situación gradualmente y evitar problemas sociales. Por eso consideró a la comunidad internacional como un actor clave en esta tarea de reconstrucción económica que se reflejará en las demás esferas. EFE
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