Río Negro: un oasis paradisiaco en la estepa patagónica ideal para conectar con la naturaleza

Villa Llanquín, Río Negro. Foto: Télam/Alejandra Bartoliche

Río Negro cuenta con uno de los destinos turísticos más elegidos del país: Bariloche. Sin embargo, a solo unos 40 kilómetros al noroeste de dicha ciudad rionegrina se encuentra un oasis de calma y tranquilidad para aquellos que buscan relajarse y disfrutar de la naturaleza.

Se trata de un lugar llamado Villa Llanquín que, con sus cerros y el río Limay, se convierte en una buena alternativa turística para quienes deseen alejarse de las grandes ciudades y conectar con la naturaleza.

Villa Llanquín, Río Negro. Foto: Télam/Alejandra Bartoliche

A la altura del kilómetro 610 de la Ruta Nacional 237 se encuentra una “balsa maroma”, para transportar vehículos, y un puente colgante que invitan a cruzar las aguas del río Limay para conocer este pueblo de cerca de 300 habitantes, ideal para pasar uno o varios días apreciando las aguas transparentes y rápidas del río que se funden en un paisaje del que sobresalen los sauces, pinos, álamos blancos, y las clásicas alamedas campestres.

Pero este es solo un lugar de los tantos que Villa Llanquín tiene para conocer. La plaza principal es otra buena alternativa para pasar el día, ya que está rodeada de lugares para disfrutar de la gastronomía del lugar.

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¿Qué actividades se pueden realizar allí?

Las costas del río Limay ofrecen una serie de actividades para realizar en Villa Llanquín como cabalgatas, trekking, pesca y flotadas de gomón, aunque las más elegidas son las cabalgatas y la contemplación del paisaje que lo rodea.

Otra de las actividades, especial para los amantes de las plantas y la naturaleza, es un “Lavandas de Limay”, un parque agroecológico de lavandas que se encuentra a solo uno 500 metros de la plaza principal, por lo que no se necesita de medios de transportes para llegar allí.