También conocida como la "Tierra de Dinosaurios", este lugar guarda entre sus rocas la historia evolutiva de millones de años. Además, cuenta con unos paisajes dignos de admirar.
Por Canal26
Miércoles 31 de Enero de 2024 - 12:43
La “Tierra donde no hay vida”, como la llamaban los diaguitas, es un lugar donde las formaciones geológicas de más 200 millones de años se roban la atención de todos los visitantes que llegan al Parque Provincial Ischigualasto, en la provincia de San Juan.
Este lugar, junto al Parque Nacional Talampaya, de La Rioja, conforman el mayor conjunto continental de fósiles del mundo, lo que representa un paraíso para todos los entusiastas de los dinosaurios. El Parque Provincial Ischigualasto es parte de una gran área protegida de 65 mil hectáreas, situada a unos 330 kilómetros al norte de la capital sanjuanina, que guarda entre sus rocas el secreto de millones de años de historia evolutiva.
En el 2000, este parque fue declarado por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad, sobre todo por su importancia científica más que por su belleza, que no es poca. El circuito tradicional para recorrerlo tiene una duración de tres horas y consiste en un trayecto de 40 kilómetros, ya sea en auto particular o en una excursión contratada.
La singularidad geológica del lugar es el resultado del cambio de terreno, producido por el movimiento de las placas tectónicas, que tuvo lugar hace más de 200 millones de años, dejando al descubierto las capas del periodo triásico.
Te puede interesar:
Vacaciones 2025: cuánto sale alquilar una semana en Brasil, Mar del Plata y Bariloche
Además del circuito que comienza en el “Valle Pintado”, con una parada en la cancha de bochas, lugar en que aún se encuentran algunas de las perfectas formas circulares originadas por un elemento orgánico y la acumulación de sedimento, la erosión del agua y el viento, en donde se encontraron restos fósiles del Sanjuansaurus Gordilloi, un dinosaurio que habría habitado esta zona.
La otra parada es “Submarino”, una formación rocosa con forma de estas naves acuáticas que se vio abruptamente modificada en el 2015 a causa de un derrumbe generado por un temblor. En el medio del recorrido, los visitantes son guiados al Museo William Sill, que se encuentra en un oasis en medio del recorrido, donde los turistas escuchan la historia de los restos fósiles de vertebrados que se encontraron allí, además de pasar por una cafetería y sanitarios para refrescarse y seguir con la travesía.
El recorrido finaliza con la llegada al Hongo, la estrella del lugar, ya que es la geoforma más fotografiada y representativa del parque. Detrás de esta atracción turística, se encuentran “Las barrancas coloradas”, un gran paredón rojizo de más de 125 metros de altura que marca el límite entre Talampaya y La Rioja, formando parte del último trayecto del “circuito tradicional”.
Pero también hay otros circuitos que permiten apreciar la belleza del lugar como la “Caminata el Cerro Morado”, el “Circuito Río Salado” y trekking al “Cañón de la Peña”, como también el Circuito Montain Bike de 12 kilómetros para aquellos amantes del turismo aventura.
1
El pueblo frente al mar que parece sacado de un cuento: tiene solo 25 habitantes y ofrece las mejores playas
2
Los favoritos del papa Francisco: la icónica confitería porteña famosa por sus sándwiches de miga
3
Palacio de la metrópoli: el extraño edificio de Buenos Aires que tenía una pista de autos en el techo
4
Vacaciones 2025: cuánto sale alquilar una semana en Brasil, Mar del Plata y Bariloche
5
El jardín de ensueño que está escondido en CABA: cómo llegar al lugar más bello de la Ciudad