Científicos entrenan una IA para aprender palabras a partir de la experiencia de los niños

Inteligencia artificial. Unplash

Un estudio realizado por la Universidad de Nueva York demostró que los sistemas de Inteligencia Artificial tienen la capacidad de aprender a hablar a través de grabaciones de lo que escucha y ve un bebé durante el primer año de vida, etapa en la cual se adquiere el lenguaje.

Si bien hasta entonces se creía que estos sistemas necesitaban de una gran cantidad de palabras, la investigación publicada en la revista científica Science viene a cuestionar esta teoría. El estudio reveló que las herramientas de la IA pueden aprender un número considerable de palabras y conceptos a partir de los fragmentos limitados obtenidos de la experiencia de un niño de hasta un año y medio.

Bebés, niños, infancia. Foto: Unsplash

Estos sistemas, como ChatGPT-4, aprenden y usan el lenguaje humano a partir de billones de datos lingüísticos, mientras que los bebés de un año de edad solo reciben millones de palabras cuando aprenden a hablar. Es por ello que este equipo de investigadores se propuso el objetivo de comprobar si su modelo de IA era capaz de aprender palabras y conceptos cotidianos en la vida de un niño, solo con la información que recibía este desde los seis meses a los dos años.

Para ello, debieron entrenar un sistema de IA multimodal a través de los ojos y oídos del pequeño, por lo cual se usaron más de 60 horas de grabación en primera persona por medio de una cámara ligera montada en la cabeza del niño. Así fue como los investigadores llegaron a la conclusión de que el modelo o red neuronal “podía aprender un número considerable de palabras y conceptos a partir de fragmentos limitados de la experiencia del niño”, según la Universidad de Nueva York.

Inteligencia artificial. Foto: Reuters.

Te puede interesar:

Los increíbles anteojos tecnológicos de Samsung que cuentan con inteligencia artificial

Los resultados de la investigación

Si bien la cámara colocada en el niño solo captó alrededor del 1% de sus horas de vigilancia, bastó para un auténtico aprendizaje del lenguaje. Según el primer autor del estudio, Wai Keen Vong, el contenido fue suficiente para demostrar cómo los recientes avances algorítmicos emparejados con la experiencia real de un niño “tienen el potencial de remodelar nuestra comprensión de la adquisición temprana del lenguaje y los conceptos".

Estas grabaciones contenían cerca de un cuarto de millón de palabras comunicadas, aunque muchas de ellas repetidas, que se vinculaban con fotogramas de vídeo de lo que el niño veía cuando las pronunciaba. Así fue como llegaron obtuvieron los resultados que demostraron que el modelo entrenado por ellos era capaz de un aprender un número considerable de palabras y conceptos que se encuentran en la cotidianidad del niño.