Vidal y los recortes en obra pública: un plan para evitar que el ajuste ahogue a la Provincia

María Eugenia Vidal, la gobernadora bonaerense, dijo entre sus íntimos y entorno: "Nunca voy a estar peor que en diciembre de 2015, cuando no había plata para pagar los sueldos". Pero ahora, en plan de "ayudar" a que el gobierno de Mauricio Macri pueda cumplir con la meta de 1,3% de déficit acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sabe que es momento de ajuste o recortes para que eso suceda. 

El recorte incluirá, dicen desde su entorno, parte de la obra pública prevista para el año próximo y otros rubros. Pero siempre con cumpliendo con la premisa ordenada por la mandataria provincial: "El límite (para el ajuste) es que la provincia siga siendo viable, el año que viene y los que siguen".

En este 2018, el presupuesto para obras de infraestructura alcanza los $30.561 millones. De los cuales, $22.0000 fueron destinadas por la "inercia" del presupuesto 2017, con obras que habían comenzado, mientras que otros $4000 millones eran de obras nuevas y los $4000 restantes corresponden a obras financiadas por organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial y el BID.

¿A dónde va ese dinero? Algunas de las obras más importantes están localizadas en los río Reconquista, Luján y Salado; la remodelación y puesta a punto de 80 hospitales (los trabajos comenzaron en las guardias, se terminaron 30, y se planean terminar con 58 a fines de 2019) y una interminable lista de rutas provinciales, donde llegaron el asfalto y el ensanchamiento según el caso. Parte de estas obras (aún no está definido el cronograma) y las que aún no comenzaron sufrirán demoras y hasta cancelaciones.

Previamente, ya Vidal había dejado en claro su apoyo a Rodríguez Larreta (compañero de fórmula en la ciudad en 2011). Y desde su entorno afirman que "no hay provincias ni municipios viables si se sigue gastando más de lo que ingresa". La gobernadora recordó que aquellos primeros momentos en los que "el Gobierno nos dio una mano porque no llegábamos a pagar los sueldos" y fue su manera de recalcar que a la hora de trabajar en conjunto, no habrá fisuras en Cambiemos.

Pero sí afirma que este cambio de planes tendrá sus consecuencias. Una de ellas, la más cercana, será que el plan de llegar al déficit cero en 2020 ya es algo casi "imposible". Desde la Gobernación aseguran que "va a tardar más".