El conductor y empresario habló de sus críticas a la ley aprobada recientemente por el Congreso. Consideró que una pequeña empresa tiene muchos inconvenientes para generar empleo en la Argentina.
Por Canal26
Jueves 6 de Agosto de 2020 - 21:37
Pergolini y Lanata, en la polémica.
"Hoy están legislando sobre cosas tecnológicas con un pensamiento de los 60", dijo Mario Pergolini, quien fue tendencia al hablar en redes sociales de manera crítica sobre los legisladores que aprobaron la nueva ley de teletrabajo.
A su parecer, consideró que eran unos "imbéciles" porque no entienden el momento que atraviesa la Argentina y aseguró que el nuevo marco normativo provoca un efecto inverso con esa decisión, haciendo que menos compañías vayan a incorporar empleados en un momento económico sensible para el país y el mundo.
En entrevista a Pergolini por parte de los periodistas Jorge Lanata, Martín Tetaz, Marina Calabró y Julio López, en radio Mitre, Mario (empresario) dio sus motivos por los que opinó de dicha manera y su calificativo hacia los diputados y senadores de la Nación. Los grandes problemas que tienen hoy pequeños, medianos y grandes ejecutivos a la hora de pensar en desarrollar un emprendimiento y de dar trabajo.
Dijo que "cada vez que contrato a alguien, pienso más en cómo me voy a divorciar que en cómo voy a estar feliz casado, es ridículo". Habló sobre la reversibilidad que prevé la nueva ley: un empleado que se encuentra bajo el régimen de teletrabajo puede considerarse despedido si la compañía para la cual presta servicios se opone a que regrese a sus tareas presenciales.
Y destacó que fueron muchas las empresas que eligieron achicarse y recortar gastos durante la pandemia que destinaban al alquiler de inmuebles a cambio de evitar despidos o suspensiones. Si se aplicara la nueva ley, muchas de esas compañías estarían más complicados aún.
ESTE ES EL MANO A MANO DE PERGOLINI Y LANATA:
- ¿Qué quilombo armaste ahora?
Yo me quejé por cómo habían legislado la ley de teletrabajo. Dije las palabras que nadie quería escuchar, “reforma laboral”, y siempre se piensa que uno quiere someter al trabajador o tomar ventajas. Y la verdad es que me parece una mirada un poco vieja, un poco estúpida. Esto no quiere decir que no haya empresarios malos, obvio que los hay, mirá cómo será que ahora los jóvenes se hacen llamar entrepreneur porque la palabra empresario les parece un insulto.
La ley de teletrabajo es ridícula. Mirá como será que Europa todavía no la legisló porque hay muchos jugadores intervinientes en una reforma para cuidar al trabajador y al que da trabajo. Y que lo que se está haciendo siga siendo redituable y bueno.
A mí lo que me molesta es que el Congreso saque una ley rápidamente, que nadie pedía o que queríamos que esté más armada, y nunca llamen a los técnicos , a los sectores que esto afecta.
- Eso fue una decisión política. Los tipos armaron la ley con los sindicatos.
Sí, es lo que yo puteo. Yo me equivoco. En la declaración dije que de tan tarados o imbéciles como están legislando, ya parecen hijos de puta. Yo entiendo que la palabra esa no habría que ponerla o decirla. Pero si vos hacés una ley así, que encima el 80% la discutió por teletrabajo, desde su casa, es no entender el sentido.
El teletrabajo no implica que todo el mundo va a trabajar desde su casa. Esto es un porcentaje muy chico de cosas que se pueden hacer, pero si la legislás mal, si no consultás a los jugadores que intervienen en todo esto, ¡estás legislando mal!
Entiendo que vos me podés decir que es algo político, tengo 56, lo re entiendo, pero ¿por qué nos tenemos que comer todos los goles nosotros? ¿Por qué no empezamos a ser un poco más inteligentes? Entender que tenemos que hacer una reforma de este tipo pero para bien.
Yo no tengo WhatsApp porque no quiero estar trabajando todo el tiempo y no le pido a mis empleados que tengan WhatsApp. Les digo: “Nadie te paga para trabajar más horas”. Le doy trabajo a un montón de gente, pero si me hacen poner a todo el mundo en relación de dependencia, si alguien que hace teletrabajo te puede decir “no, ahora me tenés que dar un lugar”... No lo estamos pensando bien.
- ¿Esos serían los dos puntos en los que vos tenés disidencia sobre la ley? Por un lado, tomar a la gente como efectiva, y por el otro el tema de la reversibilidad.
El teletrabajo te da oportunidades de poder trabajar en tu casa, de no ocupar un lugar, de que una empresa pueda optimizar sus costos desde otro lado, teniendo la misma devolución.
Se pierden muchas cosas con el teletrabajo. Se pierde la comparación de cómo estás vos en una compañía, tenés una mirada muy sesgada sobre vos mismo, pero hay un montón de cosas que vos podés hacer incluso como freelance. Pero esa relación de freelance no está muy estipulada en la ley argentina. Si vos estás legislando laboralmente sobre cosas tecnológicas con el pensamiento de los 60 o de los 70, que fueron grandes victorias, en realidad no estás dando más trabajo, estás diciendo: “Esto va a ser tan engorroso, que no se va a poder hacer”.
Creo que podríamos estar dando más trabajo, optimizando los costos... Hay que ser más inteligentes que esto: nosotros no vamos a ser un país industrial, no sigamos pensando en eso. Tal vez, tal vez, “tal vez”, una de nuestras salidas va a ser por la tecnología. Tenemos la capacidad, que no la vamos a tener por mucho tiempo, tenemos la rapidez, tenemos todavía una formación intelectual que nos lo permite hacer... ¡No lo destruyamos con leyes que impidan todo el tiempo!
No estoy diciendo que no legislen, estoy diciendo que legislen bien, con una mirada superadora y para adelante. No es cierto que esto es el futuro. Esto está pasando ahora.
- Lo de la reversibilidad es un delirio. La ley te da un período y si no el tipo se considera despedido. Es un delirio absoluto.
Podemos legislar con los derechos bien armados. Si yo contrato a alguien por teletrabajo por cuatro meses y lo alargo a ocho, sé que va a cualquier juez laboral, dice que fue una relación de dependencia y gana el juicio. Cada vez que contrato a alguien, pienso más en cómo me voy a divorciar que en como voy a estar feliz casado. Es ridículo.
Tengo empresas desde que tengo 21 años. Le debo haber dado empleo a 4 mil personas. Ahora vas a armar una sociedad anónima, bueno, voy a tener que conseguir una mujer para hacerlo.
- Eso es increíble
No estoy en contra de que haya mujeres: 4 Cabezas lo hice con un amigo. Le tengo que decir: busquemos dos amigas ahora porque no lo podemos hacer.
- ¿Cómo debería haber sido esta ley para ayudarte a vos a contratar más gente?
- Lo bueno de las empresas tecnológicas es que estas empresas generan comunidades. Tienen un dinamismo y una forma de trabajar con un espíritu de cuerpo que se puede hablar. Yo no soy legislador, ni me puse a pensar cómo debería ser la ley de teletrabajo, pero deberíamos charlarlo. ¿A este grupo cómo le gusta trabajar? ¿Cómo es su dinámica? ¿Lo quieren todos los días? No sé...
En una empresa que nosotros tenemos hicimos una encuesta y les preguntamos si querían volver a la oficina, y la mayoría dijo que no. Que les era más productivo quedarse en su casa y los jefes decían que estaban rindiendo bien. Ahora les vamos a agradecer el comentario, pero tienen que volver todos porque es muy riesgoso que sigan en sus casas. Esta ley me obliga a dar marcha atrás con los pocos pasos que di.
- ¿Por qué seguís contratando gente? ¿Por qué a pesar de tener todo en contra los empresarios siguen contratando gente? ¿Son irracionales? ¿Están guiados por la sangre?
Es la ley de juego. Siempre he trabajado acá. Aún siendo jefe, he sido empleado. Se necesitan equipos. Cuando empezás, tenés otras ganas. Todo esto te empieza a molestar más de grande, cuando decís “bueno, mirá cuántos juicios laborales tuve”. O que con esto no podés avanzar, o un contrato renovado dos o tres veces que termina siendo una relación de dependencia...
También están los empresarios, que mandan plata de un lado para el otro. Yo entiendo que no todos los jugadores son limpios, pero son las leyes del juego, leyes cada vez más complicadas. Y es la primera vez que estamos en una dinámica distinta de trabajo, donde la tecnología, la forma de trabajar, de comunicarnos... De la misma forma que se van a terminar las reuniones... ¿Mirá si empiezan a legislar sobre las videoconferencias?
- No des ideas.
Bueno, alguien lo va a pensar... Con una persona, el host, tiene que cobrar el doble cuando hay 15 conectados porque hay más trabajo.
Cuando vos sos joven y empezás a trabajar, entendés las reglas de juego. Pero acá las reglas de juego van cambiando para mal. Yo no creo que los trabajadores estén mejor, siempre estamos discutiendo lo básico y nunca podemos ir un poco más para adelante.
- ¿Te sorprende que haya sido inconsulto? ¿Tuviste alguna reacción luego de tus comentarios?
La verdad que yo no busqué ninguna reacción. Yo lamento que no hayan llamado al sector privado. Dicen que el sector privado intentó, pero les dijeron que no tenían tiempo. ¿Cómo hacés sin técnicos para estar informado? Una cosa es tener informantes y otra es tener información. Dicen que el Poder Ejecutivo después va a ir modificándola... Bueno, ¿para qué hacen eso? Se hacen muchas leyes porque sí, pero lo podríamos empezar a evitar.
Desde ayer estoy recibiendo llamados. Yo creo que es la vehemencia lo que les gustó. Después la lamentás un poco la vehemencia, yo no los quiero putear, quiero que salgan las cosas bien.
- A mí me pasa también y después me arrepiento. Te felicitan porque fuiste uno de los primeros que se animó a decir que había que hacer una reforma laboral. Y está muy bien: es tan obvio. ¡Pasó el tiempo! La última reforma laboral fue hace 30 años. Pasó de todo, ¿cómo no va a cambiar el trabajo?
- También está ese concepto de... "Ah, ¿te fue bien?, ahora tenés que devolverlo". ¿Era así? Saco, pongo, saco, pongo.
- Es ridículo
Yo creo que hay mucha gente joven que está diciendo “qué pena si se cae esto del teletrabajo”. Es un país en donde es tan alta la contratación del Estado, que afecta de distintas maneras. No sé cómo expresar eso: no es que el Teletrabajo va a sentar a 22 millones de trabajo. La verdad es que no hay tantas actividades, así que legislémoslo bien.
Dejemos dar trabajo, asegurémonos que los trabajadores decidan en lo que quieren trabajar y sus derechos no sean avasallados... Pero dejemos de pensar que reforma laboral es opresión, el empresario con el habano juntándose y diciendo “otra vez lo pudimos hacer”. La verdad es que no somos todos así.
- Si no se modificara nada de la ley, ¿a vos qué te cambiaría en tus empresas?
- En los que trabajamos con medios, tenemos que optimizar los costos. Y los costos no los voy a sacar con el personal. En vez de sacárselos a Recursos Humanos, se los saco al edificio, a los gastos diarios... Creo que podés tener más variedad, una redacción mucho más grande.
En Vorterix, por ejemplo, si los editores pudieran estar en sus casas con buenas máquinas, con un FTP, con una conexión que me sirva a mí porque yo les voy a pedir que manden rápido las cosas que necesito, creo que contrataría más editores. Si tengo un lugar donde tengo que poner todo negro, con cinco máquinas, un server... y no sé si me conviene tanto.
Hay que charlarlo, charlarlo... Acá no se charló.
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