Murió en su casa y fue encontrada devorada por sus perros: los escalofriantes detalles del caso que conmueve a Santa Fe

El cuerpo de la mujer de 40 años fue hallado en su casa en Rufino. Foto: gentileza El Litoral

La ciudad santafesina de Rufino vive momentos de conmoción. La Policía encontró el cuerpo de una mujer en su casa, que había sido devorado en parte por sus perros. La víctima fue identificada como Jésica Daniela Albil, tenía 40 años y sufría de diabetes, esta enfermedad se cree que habría sido el desencadenante de su muerte. 

Las circunstancias del fallecimiento de la mujer aún están bajo la investigación del fiscal Mauro Menéndez, aunque recientemente se dieron a conocer algunos detalles que podrían ayudar a reconstruir ese trágico final.

Familiares y amigos de Albil denunciaron que no mantenían contacto con ella desde el 16 de septiembre. Además, la preocupación se elevó cuando los vecinos alertaron por el extraño comportamiento de las mascotas de la mujer y que se sentían “malos olores” provenientes de la casa, ubicada en la calle Colón al 81.

Horror en Rufino. Foto: gentileza El Litoral

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Macabro hallazgo

Este lunes 9 de diciembre, alrededor de las 18.00, personal de la Comisaría Tercera de Rufino llegó al domicilio junto a una abogada y un escribano. El motivo de la visita era realizar un desalojo, ya que el contrato de alquiler de Jésica se había vencido en agosto. Fue en ese momento cuando se encontraron con la escalofriante escena y decidieron contactar a un familiar de la víctima.

Entre las primeras hipótesis, se dio a conocer que Albil tenía diabetes, por lo cual se estima que una complicación derivada de esa enfermedad pudo haber provocado su muerte. Por otra parte, también se revelaron otros detalles que generaron dudas como las deudas que mantenía con diversos proveedores de productos de belleza y con los retrasos en el pago del alquiler.

Después de que las autoridades hallaran el cuerpo, dieron cuenta que en la casa había cuatro perros, dos que que estaban sanos, mientras que uno se encontraba en grave estado de salud y otro muerto. Se presume que los canes habrían recurrido a alimentarse del cadáver de su dueña.