Entre Ríos: piden condena de 20 años para cura denunciado por abuso sexual

Los alegatos en el juicio oral al ex sacerdote Marcelino Moya, acusado por abusar de menores de edad en una parroquia de Villaguay entre 1992 y 1997, comenzaron en los tribunales de la ciudad de Concepción del Uruguay.

El juicio se inició el jueves 21 de marzo y durante tres audiencias declararon las dos víctimas denunciantes, y unos 19 testigos ante los jueces María Evangelina Bruzzo, Fabián López Moras y Melisa Ríos del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay.

Los abogados Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra asumieron el papel de fiscales en el caso en reemplazo de la fiscal Nadia Benedetti, de licencia por maternidad.

En la etapa de alegatos en el juicio por abusos y corrupción de menores que se sigue contra el cura Marcelino Ricardo Moya en los Tribunales de Concepción del Uruguay, la Fiscalía pidió una pena de 20 años de prisión para el sacerdote.

La causa contra Moya se abrió en junio de 2015, a partir de las denuncias de dos jóvenes, que decidieron romper el manto de dolor y silencio impuesto durante años.

"Los daños que generó se pudieron acreditar y nos permite pedir una condena lo más alta posible", agregaron.

Asimismo, explicaron que durante lasaudiencias se agregaron "dos cartas que tenían los testigos y una anotación de un diario íntimo donde se lo menciona a Moya respecto a la forma que tenía de relacionarse con los chicos".

También se incorporaron "tres fotografías de esa época que respaldan los testimonios de los testigos".

Por otro lado, solicitarán "prisión preventiva hasta que quede firme" la condena, y que "se cumpla en una unidad penal".

Pablo Huck, uno de los dos denunciantes,declaró durante más de dos horas y media y aseguró que quería que Moya "estuviera ahí, que escuchara todo lo que tenía para decir, quería putearlo y lo pude hacer".

Juan Cosso, abogado querellante, explicó que fueron jornadas "muy intensas" con declaraciones de los ex sacerdotes José Dumoulín y José Carlos Wendler, psicólogas y una perito que trataron con las víctimas.