Crimen del mago y su novia en San Fernando: los detenidos se negaron a declarar

Crimen del mago y su novia en San Fernando: los detenidos se negaron a declarar

Los hermanastros detenidos por el crimen del mago y su novia ocurrido en la localidad bonaerense de San Fernando se negaron a declarar ante el fiscal del caso.

Se trata de Roberto Alegre, de 41 años, quien permaneció prófugo hasta este martes y de Rubén Grasso, de 36, su medio hermano, quien quedó detenido el pasado fin de semana en un hotel ubicado en el partido de Quilmes con 200 mil pesos, el DNI de una de las víctimas y dos teléfonos celulares.

"Ambos se negaron a declarar. Uno de ellos, Alegre, estuvo preso por más de cinco años por hechos cometidos contra la propiedad en zona sur y hoy se negó a declarar. El otro no tendría antecedentes y se había negado a declarar el domingo", contó el fiscal del caso, Alejandro Musso. 

En declaraciones al canal de noticias TN, el fiscal confirmó este miércoles que hay dos hipótesis que se investigan como posibles móviles del doble crimen, una es la del robo de unos 150 mil dólares que habrían robado de la venta de un departamento y la otra estaría relacionada a la comercialización de drogas.

"El monto surge de una declaración en una causa que está en Capital Federal que me va a llegar en los próximos días, y ese sería el dinero sustraído y el motivo que desencadenó los homicidios o también podría ser el tema de la venta de drogas ya que en la casa de las víctimas se encontraron drogas, elementos de corte y eso indica la comercialización de venta al menudeo", explicó el fiscal.

Musso imputó a los hermanastros por el crimen del mago y de su pareja Jessica Cigola, de 25, por el delito de "homicidio agravado más criminis causa que es la intencionalidad final que es el robo, por lo que la única pena que corresponde es prisión o reclusión perpetua".

El hecho se comenzó a investigar el pasado viernes, luego que Leonardo Fernández, el "Mago Alex", de 53 años, y su pareja, Jessica Cigola, de 25, fueron hallados asesinados en un departamento situado en 25 de mayo 1147, de San Fernando.

El descubrimiento de los cuerpos se produjo luego de que efectivos de la Policía de la Ciudad sorprendieran a un hombre, el mismo viernes por la noche, mientras se encontraba en el interior de la casa de las víctimas y con la camioneta de Fernández, según confesó posteriormente, mientras colaboraba con los presuntos anfitriones de la pareja (los hermanastros detenidos) con la intención de llevarse el dinero de sus víctimas.

Tanto la captura del hombre que estaba en la casa de las víctimas como del segundo sospechoso fueron concretadas por personal de la Brigada de la Comisaría Comunal 4, luego de un llamado al 911 en el que se alertaba sobre una entradera en el domicilio de La Rioja al 1700, donde vivían las víctimas.