La empresaria de 37 años está detenida por amenazar con un cuchillo a la conductora de Canal 26 y actual pareja de su ex esposo. Una historia marcada por la violencia.
Por Canal26
Lunes 8 de Junio de 2020 - 19:28
Geraldine Daiana Martínez
Geraldine Daiana Martínez, mujer que intentó este sábado acuchillar a Melisa Zurita en su casa de Parque Leloir, tiene 37 años y es empresaria, según los registros de la AFIP, socia en dos firmas dedicadas al negocio de anteojos y la venta de propiedades.
Proviene de una familia adinerada, es hija de un ex comisario de la Policía Federal que fue investigado por una presunta vinculación a agencias de juego clandestino y que presidió después de su retiro la Cámara Argentina de Agencias de Turf, rubro al que se dedicó por completo tras su paso por la fuerza.
Zurita y su marido refirieron en varias entrevistas que se trata de una familia poderosa y que tienen miedo de que ella “contrate a alguien” para hacerles daño.
“Geri”, como le dicen sus familiares y amigos, conoció a Gustavo Holstein, CEO de la firma de lentes Orbital, en 2005 y estuvo en pareja siete años con él. Convivieron en la casa que construyeron juntos en el barrio privado y tienen dos hijos de 8 y 12 años. En 2012 se separaron, según él, porque ya no se querían y lo hicieron en “buenos términos”, con un acuerdo económico de por medio incluso en cuanto a la cuota alimentaria de sus hijos. A los siete u ocho meses de estar separados, según relató el empresario ante la prensa, Geraldine quiso retomar la relación: le escribió cartas, mails y se lo dijo en persona, pero la reconciliación no prosperó.
Algún tiempo después, a más de un año de la separación, cuando Geraldine supo que su ex estaba en pareja de nuevo, la relación se tensó definitivamente y empezó entre ambos un juego perverso de amenazas y denuncias cruzadas con los hijos como rehenes de cada nueva situación.
Zurita, que sólo la vio en persona un par de veces, aseguró que la amenazó de muerte por teléfono en reiteradas ocasiones. La llamaba, le decía que la iba a matar a ella y a su pequeña hija y cortaba. En una oportunidad le aseguró que destruiría su carrera.
Sin embargo, a pesar de que la periodista, según ella misma, radicó denuncias policiales en relación a la mayoría de los episodios, nunca creyó que Geraldine realmente hiciera algo al respecto.
Según confirmó el abogado Diego Storto, que representa a la periodista y a su pareja, Martínez había sido denunciada por la pareja y otros ex novios suyos al menos cinco veces antes de este último episodio. El letrado aseguró además que Geraldine tendría otras denuncias.
A principios de este año, en tanto, Martínez fue un poco más lejos y se presentó ante la Justicia con una acusación gravísima: aseguró que uno de sus hijos había sido producto de una supuesta violación de su ex marido. A causa de esa denuncia, el empresario asegura que no puede ver ni tener contacto con sus hijos desde hace meses, por disposición del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 81 de Capital Federal, a cargo de la jueza Samanta Biscardi.
“Es muy peligrosa”, sentenció Holstein en diálogo con la prensa y graficó la definición con una anécdota que supo, según él, a través de uno de sus hijos que presenció directamente el episodio: en una discusión con un novio que tuvo durante aproximadamente un mes tras su separación del empresario, Geraldine se enfureció porque el hombre no quería mover una motocicleta Harley Davidson que había dejado en la cochera de su edificio y que le había dicho que mandaría a alguien para que la retirara. “Delante de mi hijo le rompió toda la moto con un bate y le dijo ‘ahora llevátela’” –contó Holstein–; “de esas historias tengo un millón”.
En sus redes sociales, las fotos de la familia Martínez son un collage de imágenes repartidas entre Puerto Madero, vacaciones en Miami y viajes de lujo por Europa y Asia.
Este sábado por la noche, cuando Geraldine entró encapuchada a la que había sido su casa en el barrio privado, no buscó pasar inadvertida. Entró a los gritos, anunciando su llegada, y se dirigió hasta una de las habitaciones, donde la conductora de Canal 26, con quien su ex pareja había formado una nueva vida y había sido padre por tercera vez, miraba televisión en pijama con E., su hija de cuatro años. El empresario había salido por trabajo y en la casa sólo estaban ellas.
La víctima relató que a pesar de que sólo se habían visto en persona un par de veces, la reconoció inmediatamente en cuanto entró a la habitación y la notó agresiva y en supuesto estado de ebriedad. Martínez le dijo que la iba a matar, que la iba a hacer sufrir delante de su hija y que luego iba a matar a la menor también. Que se quedara quieta, que se callara y que le diera su celular. Zurita se resistió, forcejearon y, en un descuido de su agresora, la periodista escapó con su nena en brazos por un ventanal hacia una casa contigua.
Martínez volvió sobre sus pasos, agarró el celular y la billetera de Zurita, subió a la camioneta Jeep Renegade blanca de la conductora e intentó salir del barrio haciéndose pasar por ella. Una cámara de seguridad la captó en el momento en que intenta burlar y luego agrede a los guardias de seguridad. El personal del Comando de Patrullas local, que se trasladó al lugar tras el llamado de los vecinos, la detuvo ahí mismo.
En las últimas horas al menos 14 testigos del hecho brindaron testimonio a la policía, entre ellos un vecino de la zona que aseguró haber visto a la mujer parar en el medio de la lluvia y el frío junto al cerco perimetral del country. Dijo que le preguntó qué hacía a esa hora en ese lugar y ella contestó que esperaba a su novio. Minutos más tarde, sin embargo, de acuerdo al relato del testigo, la vio cortando el cerco perimetral del barrio desde afuera con un alicate para ingresar por debajo junto a otras dos personas que aún no fueron identificadas. En el lugar por donde habría ingresado, además, se encontró una botella de una bebida de licor de hierbas con alto contenido alcohólico.
Ahora, mientras la Justicia investiga cómo hizo la mujer para trasladarse de Puerto Madero a Ituzaingó y si tuvo cómplices para el ataque, Geraldine espera el avance de la causa en una celda de la Comisaría N° 1 de Morón lejos de los viajes familiares, la ropa de marca y la vida de lujo. Mientras tanto, su ex pareja junto a su actual mujer, esperan que no sea liberada en el tiempo que dure el proceso en su contra. “Lo único que le falta es matarnos, lo demás ya lo hizo todo”, expresó Gustavo Holstein esta mañana frente a los Tribunales de Morón.
El fiscal Tavolaro, por lo pronto, reforzó el pedido de una prohibición de acercamiento.
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