Las precipitaciones en el AMBA se hicieron frecuentes. Este fenómeno tiene una explicación y es una de las principales problemáticas del siglo XXI que no cede y crece cada vez más. De qué se trata.
Por Canal26
Jueves 25 de Abril de 2024 - 14:53
Buenos Aires se convirtió en un lugar con lluvias muy frecuentes, cosa que antes no pasaba. Tormentas que se parece a las del Caribe, grandes cantidades de agua en poco tiempo y días nublados como de costumbre, son solo algunas de las consecuencias del cambio climático que afectan a nuestra provincia. ¿Cuáles son las principales causas de este fenómeno?
Para responder a esa pregunta, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés), organismo de Naciones Unidas creado en 1988 para abordar la problemática, hizo algunas proyecciones al respecto.
Los datos concretos indican que en los últimos 50 años, desde 1970 hasta ahora, en la Ciudad el promedio anual de precipitaciones se incrementó un 25 %. Y la tendencia sigue en alta: se espera que para el 2050, el aumento sea de un 30% respecto de la década del 70.
Por su parte, la geógrafa Andrea Gentile relacionó las inundaciones con las supertormentas del cambio climático. Por ejemplo, el miércoles 20 de marzo en la Ciudad volvieron a inundarse las calles: cascadas en la avenida General Paz y agua acumulada en distintos los barrios populares.
Muchos se preguntan si desde una ciudad se puede hacer algo para frenar, o atenuar, las consecuencias de un fenómeno global como el cambio climático. Y también qué medidas habría que tomar para mitigar los daños que se pronostican para los próximos años.
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“Es bueno que cada vez haya más conciencia sobre el cambio climático que se está produciendo. El riesgo que se corre a nivel del gobierno es que sirva para justificar la falta de planificación, que se le eche la culpa al fenómeno global y se esquiven las responsabilidades”, le dijo Elvira Gentile a Diario Z.
Gentile es profesora de Climatología en la Carrera de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. “Hoy podemos afirmar que está casi comprobado que los eventos extremos, como las supertormentas, están vinculados al cambio climático. Se espera que sean más frecuentes estas lluvias y, al mismo tiempo, que haya sequías extremas. Cada vez son más frecuentes estos episodios en nuestro país”, indicó.
El crecimiento de las precipitaciones en el AMBA queda en evidencia al repasar los promedios anuales de lluvia de las últimas décadas. En 1970 el promedio era 1.000 mililitros de precipitaciones al año, en 1990 había subido a 1.140 y para el 2010 se ubicaba en 1.254 mililitros anuales. “Hoy estamos más o menos igual, pero con una tendencia a la suba. En los pronósticos más pesimistas se evalúa que puede llegar a 1.300 mililitros anuales en el 2050”, resaltó la profesora.
Asimismo, la geógrafa Elvira Gentile opina que la fuerte bajante del Río de la Plata también es consecuencia del cambio climático.
Con relación a las inundaciones, que cada vez son más frecuentes en la Ciudad, la climatóloga señaló que “se explican por la cantidad de agua que cae, pero también porque ocurre en poco tiempo. Este es el fenómeno extremo que se viene incrementando. Llueve mucho en pocas horas y no hay sistema de desagüe que resista”.
Gentile explicó por qué se producen estas supertormentas en la Cuenca del Plata. “Los anticiclones de los océanos están más desplazados hacia el Sur. Hay más energía en la atmósfera. Cuando digo energía me refiero a que hay más vapor. La temperatura promedio subió cerca de 1,1 grados desde 1850 hasta ahora. Esto provoca que se evapore mayor cantidad de agua y hay más energía en la atmósfera para que se generen tormentas intensas. La suba de la temperatura colabora”.
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Las causas del cambio climático es uno de los principales temas de debate en esta época, tanto en el plano científico como político. No es la primera vez que el clima del planeta se modifica.
“Toda la historia planetaria está plagada de cambios climáticos. Hubo, por ejemplo, una pequeña Era del Hielo, en Europa, en el 1700. La temperatura bajó un poco más de 1 grado en promedio. El proceso duró unos 80 años. Generó grandes hambrunas. Hay hipótesis que sostienen que esto le dio la estocada final a la sociedad feudal”, explicó Gentile, remontándose a siglos atrás.
Ahora bien, sobre el debate del calentamiento global actual, la especialista remarcó: “Lo que sabemos es que desde el inicio de la Era Industrial (1850) hasta ahora se incrementaron la cantidad de gases que provocan efecto invernadero en la atmósfera. Y al mismo tiempo la temperatura aumentó 1,1 grados promedio. Entonces hay muchos elementos para relacionar los dos fenómenos. Y el aumento de los gases es por la acción del hombre”.
“Se espera que sean más frecuentes las lluvias extremas en la Cuenca del Plata. Para atenuar sus efectos hace falta la mayor cantidad de espacios verdes, reducir las torres y edificios y promover la movilidad sustentable.”
“El clima es cambiante. Son procesos muy complejos. Así como oscila hacia extremos más húmedos, puede ir hacia extremos secos. Las proyecciones, como conté, sostienen que las precipitaciones van a ser mayores en la Cuenca del Plata. Pero eso no quita que en la variabilidad del clima haya también momentos de sequía”.
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No se puede negar que en los próximos años la temperatura subirá cada vez más, aún incluso si los países del mundo que emiten más gases de efecto invernadero cumplen los tratados. ¿Qué puede hacerse desde Buenos Aires, para mitigar el proceso de cambio climático y prepararse para sus consecuencias?
No se puede negar que en los próximos años la temperatura subirá cada vez más
“Todo lo que sea adaptarse a la variabilidad del clima sirve. En Buenos Aires hace falta tener la mayor cantidad posible de áreas verdes para que la tierra pueda absorber las lluvias. Hay que tratar de no llenar todo de torres y edificios que a su vez saturan los desagües. Promover la movilidad sustentable, con la emisión lo menos posible de CO2. Estas acciones deberían hacerse en conjunto, no una sola”, explicó la especialista.
''Las ciudades son una isla de calor por la cantidad de cemento. La temperatura en la Ciudad siempre es mayor que en las áreas suburbanas. Entonces, al planificar, hay que calcular que la temperatura seguirá subiendo y las mínimas estarán más cerca de las máximas. Todo eso necesita planificación y el riesgo es que el cambio climático se use como excusa para no hacerlo”, concluyó Gentile.
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