Por Nicolás Garcia
Hace tiempo que el nivel del fútbol argentino deja bastante que desear generando un espectáculo que es cuestionado por propios y ajenos. Fallas en las organización, disputas de poder, faltas de responsabilidades y partidos pobres que no generan expectativas en los fanáticos. Mas allá de todo lo descripto Argentina a nivel Conmebol (competencias sudamericanas) sigue siendo una potencia a la cual prestar atención. Las victorias por Copa Libertadores de River y Racing así lo demuestran.
Pese al flojo nivel de cabotaje ¿Que provoca que el país siga generando buenos resultados a nivel Sudamericano? Muchas respuestas podrían utilizarse pero la mas concreta habla de un fútbol Conmebol que cada día se encuentra más desgastado por una economía regional que provoca que se destruyan las estructuras en torno al fútbol y por ende las inversiones en el deporte. Esta situación de emergencia nos deja sin figuras que son tentadas por cualquier oferta de mercados económicos fuertes (USA, México y Europa) .
Argentina y Brasil son el oasis en este desierto gracias a su enorme cantera que parece inagotable permitiéndole contar con figuras constantemente. Los resultados están a la vista cuando uno repasa las ultimas definiciones de las competencias del continente. Aunque hoy resulta inimaginable poder competir deportivamente contra las grandes potencias, Sudamérica sigue nutriendo al mundo con sus jugadores y sus entrenadores. A nivel selecciones se muestra la carencia de estructuras y de dirigentes a la altura que solo utilizan el deporte para beneficio propio. La cuerda sigue tensando pero a un ritmo que ya no se sabe cuando mas podrá aguantar.