El expresidente de la Nación decidió incluir en su agenda internacional convertir a Argentina en un activo promotor de la paz en el conflicto israelí-palestino. Se comprometió con esta agenda y logró muy relevantes resultados.
Carlos Menem y Arafat en la Cumbre de los Países No Alineados, Septiembre 1989.
*Por Germán Luis Kammerath
Al iniciar su presidencia, Carlos Menem decidió incluir en su agenda internacional convertir a Argentina en un activo promotor de la paz en el conflicto israelí-palestino. En general, la mayoría de los países del mundo esquivaban esa temática por su complejidad. Carlos Menem se comprometió con esta agenda y logró muy relevantes resultados. Argentina, país de paz, cooperación y amistad entre descendientes de árabes y judíos, asumió el compromiso de ser actor y protagonista para cooperar en esta temática, siendo el único país de Latinoamérica en hacerlo en esos tiempos.
La Presencia de Menem en la ONU en 1989: Promover la Paz en Medio Oriente
A poco tiempo de asumir la Presidencia, en su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Carlos Menem afirmó, al referirse a este conflicto, que esa región "es central avenida de confluencia cultural", pero que “tiene fallas y peligros”, y destacó la necesidad de "respetar el derecho de todas las partes a la autodeterminación y a vivir dentro de fronteras seguras y reconocidas”, agregando que “semejantes derechos asisten tanto a Israel como al pueblo Palestino”. De esa manera, resumió las principales demandas de israelíes y palestinos, que serían luego el centro de las largas y extenuantes negociaciones de paz que, con los acuerdos de Oslo (1993) y más adelante con los de Wye Plantation (1998), marcaron los mayores avances y lograron los resultados más beneficiosos para ambos hasta la actualidad.
La actitud del Presidente Menem fue acogida con los brazos abiertos por los líderes de Israel y de Palestina.
Argentina, en su compromiso con el proceso de paz, no solo contribuyó con palabras y declaraciones, sino que se involucró en acciones que tenían por objeto apoyar, en el marco de la cooperación entre EE.UU., la UE e Israel, actividades de promoción del desarrollo económico y social del pueblo palestino.
Menem y Shimon Peres en Buenos Aires, en el despacho presidencial.
Menem, Shimon Peres y Arafat
El Presidente Arafat, líder indiscutido de la nación palestina, valoró mucho el compromiso de Menem con el proceso de paz, que tenía avances y retrocesos. En marzo de 1997 declaró: “Espero que el Presidente Menem, como buen amigo y buen mediador, haga sus mejores esfuerzos para lograr la paz en la región. Sabemos que Menem tiene excelentes relaciones en el campo internacional, por lo que puede verse en esto un pedido para que el presidente argentino haga todo para salvar el proceso de paz” (La Nación, 20 de marzo de 1997). Menem y Arafat se habían conocido en la IX Conferencia de Países No Alineados realizada en 1989 en Belgrado, entonces Yugoslavia.
Por su parte, el entonces Primer Ministro israelí Shimon Peres, en abril de 1997 expresó: "El Presidente Carlos Menem puede llegar a cumplir una función importante en el proceso de paz de Oriente Medio”, y amplió: “el presidente Menem, como surge tanto de su biografía como de su política, tiene cualidades como para intervenir en este conflicto” (Clarín, 10 de abril de 1997).
Efectivamente, el Presidente Menem no solo ofreció apoyar el proceso de paz, sino que Israel y Palestina se lo solicitaron, y Argentina hizo un gran esfuerzo en este sentido.
En síntesis, los principales líderes de Israel y Palestina confiaban en Menem como cooperador del proceso de paz, siendo Argentina el único país de latinoamericano que, con la confianza de Israel y Palestina, contribuía a promover la paz.
Acciones Afirmativas para el Desarrollo de Palestina
Con el avance de la implementación de los Acuerdos de Oslo, que llevaron al Presidente Rabin, al Primer Ministro Peres y al Presiente Arafat a ser elegidos “Premios Nobel de la Paz 1994”, Argentina se puso manos a la obra en su contribución al desarrollo de la Autonomía Palestina.
Los "niños de la intifada" esos niños y adolescentes que, en esa etapa tan dolorosa de enfrentamientos entre ellos y las tropas israelíes, que duraban semanas enteras, lanzaban piedras a los soldados israelíes y hacían barricadas, habían hecho de eso su modo de vida cotidiano. ¿Qué actividad lograría sacarlos de las calles y despertar en ellos pasión e interés? El Presidente Menem propuso al deporte, y en particular al fútbol, como algo que generaría cercanía con esos jóvenes y los motivaría a adoptar acciones pacíficas.
El entrenador argentino, Ricardo Carugatti con el seleccionado de Palestina.
Argentina, a través de los Cascos Blancos, la iniciativa del Presidente Menem aprobada por la ONU (y liderada por el Embajador Octavio Frigerio), envió a Palestina al entrenador Ricardo Carugatti como Director Técnico del renacido seleccionado de fútbol palestino (que en 1998 fue reconocido por la FIFA como "seleccionado nacional"), quien, junto con un equipo de argentinos, organizaron el fútbol profesional y la enseñanza del fútbol y del vóley. Fue una enorme contribución a Palestina, que recobró su autoestima deportiva y comenzó a tener una llamativa recuperación del nivel de fútbol. En la inauguración del nuevo estadio de fútbol de Jericó, que había donado Japón, se jugó un partido que resultó en empate entre Palestina y Jordania; los fans palestinos celebraron ese resultado como si hubieran sido consagrados campeones del mundo. Volvían a ser una nación en lo que al futbol se refería. Según me comentó el propio Arafat, al inicio del partido el estadio cantó al unísono: “Arafat, Arafat”, pero al final del mismo el estadio coreaba “Carugatti, Carugatti”, en gratitud a su DT, “el argentino”.
Argentina, además, amplió su apoyo a Palestina, siempre a través de los Cascos Blancos, con el envío de arquitectos y veterinarios para apoyar a las ciudades en materia de desarrollo urbano y sanidad animal, que eran graves falencias que las autoridades palestinas detectaron como necesidades urgentes.
El Aporte de las Telecomunicaciones
En un viaje a Israel y Palestina como Secretario de Comunicaciones de mi país, me entrevisté con Shimon Peres, en ese momento ex Primer Ministro israelí y uno de los líderes de la oposición, y con Leah Rabin, la viuda del asesinado Presidente Yitzhak Rabin, que en ese momento presidía la Fundación que mantenía viva la memoria de su esposo y su contribución a su patria y al proceso de paz.
El ex Primer Ministro Peres, que tenía un gran compromiso con los objetivos del proceso de paz y una enorme simpatía por el Presidente Menem, se alegró al saber que en los días siguientes a mi visita estaríamos en Palestina trabajando con el equipo de telecomunicaciones de dicha Autonomía. Peres era además un impulsor de la promoción de la industria de la tecnología de la información como actividad central de la "Nación startup", como bautizó a Israel en razón del gran desarrollo de empresas tecnológicas. Luego Leah Rabin, en una cordial charla sobre su visita a Argentina, me manifestó la admiración que su esposo Rabin tenía por Carlos Menem y me relató los hermosos gestos que éste tuvo para con ella, tanto en su visita a Buenos Aires como en su viaje a Berlín, donde llevaba adelante la tarea de recaudar fondos para un hospital de lisiados de guerra. En esa oportunidad, el Presidente Menem, que se encontraba en esa ciudad, le envió un colaborador con un sobre que contenía una donación personal a su justa causa. Leah Rabin me pidió trasmitiera al Presidente Menem su deseo de que apoyara a Arafat y a la causa de la Autonomía Palestina ya que, según me dijo, su esposo estaba convencido del compromiso de Arafat con cumplir a rajatabla los acuerdos de paz.
Centro Tecnológico Comunitario donado por Argentina en Belén, inaugurado en mayo de 1999
Nuevos Aportes Argentinos
El Presidente Menem nos instruyó que avanzáramos con el mayor apoyo a Palestina. Menos de un año después, retornamos para inaugurar los primeros 10 Centros Tecnológicos Comunitarios (centros populares de Internet) donados por la República Argentina, que se instalaron en sedes del Correo Palestino en Belén, Al Bireh, Ramallah, Gaza, Nablus y otras ciudades (luego se ampliaron a 15). Eran los primeros centros populares de acceso gratuito a Internet de Palestina, equipados con software en idioma árabe.
Adicionalmente, Argentina, junto con EEUU, apoyaron a Palestina para que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) aprobara un prefijo telefónico distinto al de Israel (+972) como acto de "soberanía" en el mundo de las telecomunicaciones. Así, le fue otorgado el prefijo +970. También pusimos a disposición al Correo Argentino, como soporte para aconsejar al Correo Palestino, de incipiente reorganización.
Sumado a ello, el gobierno argentino entregó a los Cascos Blancos, que llevaban adelante las tareas ya descriptas, teléfonos satelitales gratuitos para uso laboral y conexión con sus familias. Por otra parte, donó a las autoridades palestinas un hermoso edificio en la ciudad de Buenos Aires para el funcionamiento de su embajada, siendo el segundo país del mundo en tener un gesto de esas características.
Las autoridades palestinas, con Arafat a la cabeza, agradecieron estas donaciones, que se realizaron en el marco del segundo acuerdo entre Israel y Palestina (Wye Plantation, octubre 1998), que intentó solidificar el proceso de paz.
Menem en Jerusalén, Muro de los Lamentos.
En la reunión que mantuve con Arafat en su oficina de Gaza, expresó su gratitud hacia el Presidente Menem y Argentina; me informó que había invitado a Menem como integrante del Comité de Honor de la Organización del evento “Belén 2000”, que se realizaría en Belén con motivo de los 2000 años del nacimiento de Jesús. Menem integraba el mismo junto al Papa Juan Pablo II, la Reina de Inglaterra, el Presidente Clinton, el Rey Juan Carlos de España y unos pocos líderes mundiales más a los que Palestina les expresaba su gratitud por su compromiso con su causa, su pueblo y el éxito del proceso de paz.
Probablemente por ello, con motivo de la detención del ex Presidente Menem por parte del Juez Urso, Shimon Peres se solidarizó con afecto y empatía, le trasmitió una cordial invitación para visitar Israel apenas acabara su detención, y lo “invitó a visitar la región para seguir trabajando por el proceso de paz en medio oriente” (La Nación, 18 de junio de 2001). Peres era en ese momento Canciller de su país y éste fue un fuerte gesto de amistad hacia Menem, ya ex presidente y pasando los aciagos momentos de la detención, que el tiempo demostró estaba basada en una causa armada e inconsistente.
Como en otras cuestiones relevantes, Carlos Saul Menem, Presidente de Argentina, fue un actor importante del Proceso de Paz de Medio Oriente con la gratitud de israelíes y árabes. Eran tiempos en que Argentina cumplía un rol en el mundo muy relevante.
*Ex Secretario de Comunicaciones.
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