La verdadera pelea del Siglo.
El boxeo vivía sus mejores años y una noche de marzo de 1971 no quiso ser menos y dejó una huella imborrable en el noble deporte de los puños. En la “verdadera pelea del siglo”, en el Madison Square Garden, Ali-Frazier y la historia que empezaba a escribirse.
Un día como hoy, justamente también un lunes, pero de 1971, el boxeo disfrutaba de lo que representaba la mejor pelea posible en aquellos años. Un duelo de estilos que generaba en la previa una satisfacción enorme para todos los fanáticos del deporte. Muhammad Ali, con un record inmaculado en 31 peleas, se enfrentaba a un joven ascendente que también contaba con un historial puro en 26 enfrentamientos sin derrotas, Joe Frazier.
Frazier, oriundo de Philadelphia, era el campeón vigente de los pesos pesados y tenia el reto mas importante de su carrera enfrentando a Cassius Clay (así le gustaba llamar al boxeador que lo había denigrado en toda la previa al combate). Hubo una antesala donde el intercambio verbal y los insultos fueron mucho más elevados que lo habitual, en ese rubro, gano cómodo Ali.
Todo entorno al combate revestía de cifras astronómicas para la época, desde la bolsa a cobrar por los púgiles hasta los valores de las entradas al mítico estadio. También en la importancia de los espectadores. Según allegados a Ali los que estaban esa noche eran solo personas importantes. Sino reducían todo a la nada mismo. Con todos estos condimentos todavía quedaba por vivir la pelea, lo más importante de ese 8 de marzo de 1971.
La pelea tuvo todo lo imaginado en sus protagonistas, Ali con su destreza y boxeo iniguala-ble enfrentándose al poder letal de “Smokin Joe” según muchos, el mejor peleador de todos. Y la frase que se define al ganador de esa noche es la más justa para un deportista de los puños, porque Frazier era un peleador preparado para matar y no un boxeador con sus cualidades pulidas como si se lo puede definir a “The Greatest”.
Ali, en la lona.
La victoria por fallo unánime fue para el vigente campeón de la categoría mas atrayente del boxeo con la frutilla del postre de haber arrojado a la lona a Muhammad Ali en el round 15.
La frase que resume esta historia brevemente contada la dejó Gene Kilroy (manejador de Ali por muchos años) “Nadie le hubiera ganado a Joe Frazier esa noche”. Ali fue denigrante y des-honesto con Frazier escudándose en la “promoción” de la pelea y en el color que podría agradarle al combate. En el fondo, Joe Frazier odiaba a Muhammad Alí.
Duro momento para Ali. El afiche del evento.