López Obrador acreditó el ingreso a México de decenas de posibles espías rusos

López Obrador y Vladimir Putin. Foto: Captura.

Desde que se desató la invasión rusa en Ucrania, decenas de países europeos alertaron de la existencia de operaciones de espionaje de supuestos diplomáticos rusos en sus territorios y avanzaron con su expulsión haciendo caso omiso a las advertencias.

En este contexto, más de 400 empleados rusos repartidos por las embajadas del continente fueron enviados de nuevo a su país. Por ejemplo, Alemania echó a 60 representantes de Moscú, Polonia a 45, los Países Bajos a 17 y Finlandia a 9, en un claro cese de actividades de más de la mitad de los espías de Vladimir Putin que operaban en Europa.

Ante esta situación, el presidente de Rusia buscó la manera de seguir adelante con sus planes, por lo que recurrió a su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien asegura ser neutral frente al conflicto bélico.

Manuel López Obrador le abrió las puertas a decenas de espías rusos. Foto: EFE

Gracias a esta alianza, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México acreditó el ingreso de 36 nuevos diplomáticos en el país. De esta manera, sumados a los 49 que ya había previo a la invasión a Ucrania, son 85 los empleados rusos en suelo mexicano, que ocupan cargos de "consejeros de asuntos políticos", "consulados honorarios" y "oficinas comerciales".

Así, la sede diplomática ubicada en la capital mexicana se convirtió en la embajada con más empleados en todo el país, superando a la de los Estados Unidos, principal socio comercial y vecino de México.

John Feeley, ex embajador estadounidense, aseguró que "el número de diplomáticos rusos en México no tendría ningún sentido si lo que estuvieran haciendo fueran labores tradicionales de una embajada" y resaltó que "los espías casi siempre tienen cobertura diplomática”.

Con la presencia de sus espías en México, Vladimir Putin se acerca cada vez más a Estados Unidos. Foto: Reuters

Con la ayuda de López Obrador, Rusia montó una sede operativa de la GRU (su ultrasecreta agencia de inteligencia) a las puertas de Washington. Gracias a esto, los espías podrán sostener reuniones con sus agentes encubiertos en Estados Unidos con mayor regularidad y aumentar la eficacia de sus operaciones.

Igualmente, nada le garantiza a López Obrador no correr con la misma suerte que los funcionarios alemanes, quienes fueron espiados y rastreados por agentes encubiertos rusos. Por su parte, México solo tiene 11 diplomáticos acreditados en Moscú, lo cual es una clara muestra de la violación del criterio de reciprocidad.