Elecciones en Estados Unidos: ¿fraude o no fraude?, esa es la cuestión

TRUMP VS BIDEN.

POR MANUEL CASTRO*

Durísima es la espera del resultado final. Llega y no termina de llegar.

El presidente Trump sigue en su postura de denunciar algún tipo de fraude. Ayer salió a dar una conferencia de prensa donde mantuvo su postura y su decisión de seguir la pelea, llegado el caso, hasta la Corte Suprema.

Algunas cadenas de televisión como la ABC, CBS y NBC cortaron el mensaje del primer mandatario cuando estaba hablando de fraude.

Dijeron: “No hemos visto nada que constituya un fraude o un abuso del sistema”.

¿Perdón? ¿Desde cuándo el periodismo decide qué es verdad o no lo es, cortando una alocución presidencial?

¿Cortaría alguien el discurso de la Reina de Inglaterra o del Rey de España?

Es la ciudadanía la que decide. Y si por mentir hubiera que cortar transmisiones oficiales, no podría hablar ningún político. Si a un televidente no le gusta lo que ve, cambia de canal y si alguno no le gusta lo que estoy escribiendo, que lea otra cosa.

Cortar estuvo mal, y no es un buen indicio. Fuera Trump, Biden, Pelosi, Obama o Clinton. La libertad es libre.

Y esto va también para las empresas tecnológicas, cuya presión está haciendo que muchos programas alternativos se vayan a otras plataformas.

Muchos se están rasgando las vestiduras cuando se habla de fraude, afirmando que eso no podría suceder nunca en una democracia consolidada como la de Estados Unidos.

¿Están seguros de eso?

Los medios de comunicación en los Estados Unidos siempre han tomado partido de manera abierta, y no está mal. En otros países se autoproclaman independientes, sean de izquierda o de derecha. Y no lo son.

Los propios republicanos, algunos, están ya criticando a Trump por sus acusaciones de fraude. Para muchos de esos republicanos no están fundamentadas.

Unos de los hijos del presidente, Donald Trump Jr., dijo que su padre “luchará hasta la muerte”.

Desconozco cuál podría ser el resultado de semejante batalla en la justicia. Es más, si la propia justicia la avalaría.

Trump y Biden son solo las representaciones de la ciudadanía estadounidense. Una ciudadanía profundamente dividida. Y de armas llevar.

La población de las ciudades de la costa este y oeste desconocen la vida del Estados Unidos profundo. Pasa en todos los países. Las ciudades, las grandes ciudades no son la representación del país. Eso se está viendo ahora, en vivo y en directo, en los Estados Unidos.

Una elección que afectará al mundo. Los chinos alerta, los rusos, alerta, los europeos también en alerta.

Democracia interna yanqui y geopolítica mundial.

Los abogados de Trump han diseñado sus estrategias para demostrar que en distintas ciudades no se dejó entrar a controlar a los representantes republicanos.

Los demócratas afirman que está todo bien.

Más allá de las elecciones hay un problema grave de división social que no termina con estos comicios y que además viene de muy lejos. Y sospecho en qué puede terminar. No me animo a escribirlo. Ya pasó una vez.

Analizar las cosas en caliente no permite verlas bien. Trump se presentó como un patriota contra la globalización. Biden es todo lo contrario. Aunque siempre puede haber sorpresas.

¿Qué habrá hecho mal Trump?

¿Qué cosas hizo bien Biden?

Digo, para tener los resultados que se están viendo.

Aún no tengo respuestas. No es el momento.

Pero aún es muy temprano cuando ni siquiera se sabe quien asumirá el próximo 20 de enero; pero, por las dudas, el servicio secreto ya envió refuerzos a Delaware para proteger a Biden. Cuando llegue a la Casa Blanca será el segundo presidente católico en lograrlo. Joe, trate de no viajar a Dallas.

Pero de hecho ha comenzado la transición, a pesar de las denuncias de Trump.

*PERIODISTA Y ANALISTA INTERNACIONAL.