A dos años de la muerte del juez Oyarbide: su viudo y presuntos testaferros buscan cerrar la causa por enriquecimiento ilícito

Norberto Oyarbide, AGENCIA NA

Dos años después del fallecimiento de Norberto Oyarbide, uno de los jueces federales más destacados de los tribunales de Comodoro Py 2002, su viudo, Claudio Blanco, y el empresario Ariel Roperti, quien se señaló como el arquitecto financiero del juez, junto con otros tres acusados, están haciendo un llamado para cerrar la causa por enriquecimiento ilícito que aún persiste en su contra. Los tres imputados en cuestión fueron señalados como presuntos testaferros de Oyarbide.

El argumento de la defensa se basó en dos pilares fundamentales. En primer lugar, afirmaron que el enriquecimiento de Oyarbide no fue significativo, no alcanzando el umbral requerido por la normativa. En segundo lugar, destacaron que la muerte del magistrado debería ser motivo suficiente para darle fin a la causa en curso. 

Norberto Oyarbide. Foto: Archivo.

Sin embargo, tanto el fiscal Ramiro González como el juez Ariel Lijo rechazaron firmemente estos razonamientos, sosteniendo que el aumento sustancial del patrimonio de Oyarbide, de acuerdo con la hipótesis presentada en la acusación, cumple con los requisitos para considerarlo un enriquecimiento por demás "apreciable".

En su búsqueda por ser apartados de todo el asunto judicial, las defensas llevaron su solicitud de sobreseimiento y cierre de la causa a la Cámara Federal, donde la decisión recaerá en manos de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens.

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El inicio de la causa 

El origen de esta causa se remonta a una investigación preliminar iniciada por el fiscal de los barrios de Saavedra y Núñez, José María Campagnoli, en respuesta a varias noticias periodísticas que destacaban el estilo de vida ostentoso del cual disfrutaba Oyarbide.

Las averiguaciones, que más tarde se convirtieron en una denuncia formal, revelaron discrepancias entre el lujoso estilo de vida del juez y su patrimonio que, oficialmente, solo incluía su salario como juez federal y algunas sustituciones eventuales.

La denuncia subrayó que Claudio Hernán Blanco, pareja de Oyarbide desde 2010, figuraba como socio en tres empresas constituidas en el mismo año en que el juez afirmaba llevar una vida modesta. Este complejo entramado empresarial generó sospechas y apuntó a Ariel Osvaldo Roperti, un empresario aficionado a los autos de lujo, como el presunto "arquitecto financiero" que manejaba las finanzas de Oyarbide.

Norberto Oyarbide. Foto: Archivo.

La ex esposa de Roperti, María Martha Cavallero, también aportó información crucial, en la cual destacó la relación comercial y de amistad que se forjó entre las dos parejas después de conocerse en 2010. Sin embargo, la relación se deterioró, llevando a una separación conflictiva que involucró la división de bienes: sociedades, una casa en el country Abril, un departamento en el Hotel Faena, una residencia en Cariló y varias cuentas en el extranjero, intensificaron la investigación por parte del fiscal Campagnoli.

La causa finalmente quedó bajo la jurisdicción de Comodoro Py, con el juzgado 12 a cargo, y fue encomendada a la fiscalía federal 1, primero dirigida por Jorge Di Lello y ahora bajo la subrogación de Ramiro González. Tras confirmar los términos de la denuncia y realizar las primeras investigaciones, Di Lello concluyó en que “se encontraba debidamente acreditado que el ex Juez Norberto Mario Oyarbide había tenido un incremento patrimonial apreciable, formuló el correspondiente requerimiento de justificación” de bienes por parte de Norberto Mario Oyarbide, Claudio María Blanco y Ariel Osvaldo Roperti.