Una serie española es furor en Netflix: la historia dramática de 6 capítulos que no es apta para menores

Mentiras, la exitosa serie española. Foto: Netflix.

Netflix volvió a sorprender a sus suscriptores con la serie española “Mentiras”, un thriller de apenas seis episodios que mantiene a la audiencia en vilo desde el primer momento.

La producción está protagonizada por el talentoso Javier Rey, quien encarna a Xavier Vera, un respetado cirujano que se convierte en el centro de un caso de abuso y manipulación, revelando los extremos a los que puede llevar una búsqueda de justicia personal en una sociedad llena de prejuicios y sistemas fallidos.

Ángela Cremonte es la actriz detrás de la protagonista. Foto: Netflix.

Desde su llegada al catálogo de Netflix, esta serie logró transformarse en un verdadero fenómeno mundial con un relato que no es apto para menores de edad. A pesar de que lleva bastante tiempo en la plataforma de streaming, la oferta no para de sumar reproducciones a diario, sorprendiendo a propios y extraños con sus números.

Solo seis capítulos le fueron suficientes a esta serie para convertirse en un verdadero éxito mundial dado que, si bien es breve, atrae a la audiencia con una narrativa que es intensa y profundamente emotiva.

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De qué se trata la serie "Mentiras"

Según detalla la sinopsis oficial de Netflix, esta icónica serie española icónica centra su historia en “una profesora de Literatura acusa a un cirujano de renombre de haberla violado durante una cita, pero él niega rotundamente todo lo que ella relata sobre ese encuentro”.

Se trata de la adaptación española de la británica Liars y arranca cuando Laura Munar, una profesora de literatura interpretada por Ángela Cremonte, atraviesa una separación difícil y conoce a Xavier Vera, un cirujano de prestigio y padre de uno de sus alumnos.

Laura Munar y Xavier Vera son los personajes principales. Foto: Netflix.

Tras coincidir en un ambiente social, ambos deciden salir a cenar, pero la cita culmina de manera inesperada y perturbadora para Laura, quien, al despertar al día siguiente, se encuentra sola en su cama, desorientada y con claros síntomas de haber sido drogada.

Laura, convencida de que fue víctima de una agresión sexual, señala a Xavier como el responsable del ataque. Sin embargo, la falta de pruebas complica el caso en un sistema judicial que exige evidencia contundente y se basa en el “beneficio de la duda”. Al ver la resistencia y las fallas del sistema para reconocer su verdad, Laura opta por tomar las riendas de su propia lucha en contra de su presunto agresor.