Por corrida cambiaria anticipan inflación del 25% y crecimiento menor al 2%

La crisis cambiaria y la determinación del gobierno de Mauricio Macri de incrementar y apurar el ajuste fiscal en el mismo momento en que negocia un rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejaron huellas en la economía doméstica argentina.

“La Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento”, debió reconocer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una entrevista en el exterior. Con ese marco, las firmas consultoras locales ya ponen las cosas blanco sobre negro y lo llevan a la realidad más dura. Todos coinciden en que este año la inflación no bajará y que la actividad será menor al 2%.

La suba imparable del dólar fue de entre 20 y 25% durante las últimas jornadas y así las cosas, su traslado a precios ya se hace sentir. No solo en los productos importados. Hay industrias y empresas de construcción que se quejan de que no consiguen insumos, porque sus proveedores esperan que termine de acomodarse el tipo de cambio para definir sus listas de precios. Supermercados de primera línea
recibieron la semana pasada listas con aumentos de entre 5 y 6 por ciento en productos de consumo masivo.

Desde varias consultoras coinciden en que en 2018 la inflación será cercana al 24,6% registrado el año pasado. La meta del 15% del Gobierno es -lisa y llanamente- imposible de lograr.

Por otro lado, el menor consumo impactará de manera directa y fulminante en la actividad. Si el último REM del Banco Central mostró un consenso de crecimiento del 2,5 por ciento para 2018 -teniendo en cuenta el impacto de la sequía-, los consultores coinciden en que el crecimieeinto estará será menor al 2%. Y más:
en muchos casos advierten sobre el riesgo del estancamiento.

El 3,5% de crecimiento previsto en el Presupuesto 2018 quedó tan lejano como la meta de inflación o el tipo de cambio promedio, estimado en $19,3.