Comienza interrogatorio del exjefe del Banco Central libanés acusado de malversación

Beirut, 9 sep (EFE).- El exgobernador del Banco Central del Líbano Riad Salameh compareció este lunes ante el juez en relación con una presunta trama fraudulenta en el seno de la entidad emisora, en su primer interrogatorio desde que fuera detenido y acusado de varios delitos económicos la semana pasada.

Salameh llegó esta mañana al Palacio de Justicia de Beirut, donde está prestando declaración en medio de una fuerte atención mediática a la espera de saber si será puesto en libertad tras la sesión o si el magistrado a cargo del caso extenderá su periodo de detención.

El economista fue detenido el pasado martes y un día después fue acusado de malversación, robo de fondos públicos, fraude y enriquecimiento ilícito.

Los cargos están relacionados con una serie de transacciones aparentemente fraudulentas realizadas durante un periodo de tres años entre el intermediario financiero Optimum Invest y la entidad emisora entonces dirigida por él.

Según la prensa local, el sistema sirvió para ingresar unos 8.000 millones de dólares en las cuentas del Banco Central con la intención de esconder sus pérdidas, aunque desde la detención de Salameh varios medios ya hablan de cifras hasta cinco veces más altas.

El exgobernador, quien permaneció al frente del Banco Central durante tres décadas ininterrumpidas entre 1993 y 2023, ya se enfrentó en los últimos dos años a varias investigaciones en territorio libanés y europeo por presuntos delitos económicos.

En este contexto, se le investigó por una serie de transferencias millonarias realizadas desde el Líbano en las que también estaba presuntamente involucrado su hermano Raja, sospechoso de haber recibido pagos millonarios a través de contratos de servicios con la entidad libanesa.

Pese a que se llegaron a emitir prohibiciones de viaje, congelaciones de bienes e incluso órdenes de arresto, el economista nunca había sido detenido hasta la semana pasada, entre acusaciones de que estaba siendo protegido por la clase dirigente del país. EFE

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